[LAOGEN] La agencia Efe recoge el estudio de LAOGEN sobre las diferencias de género en la situación de teletrabajo

Andalucía, 09/01/2024

Según un estudio de LAOGEN sobre Segregación y salud laboral, y sobre Buenas Prácticas en la gestión preventiva, se dan diferencias de género en la situación de teletrabajo. Así, algunas tendencias como los cambios en la natalidad —con una tasa de natalidad de 8,21 en Andalucía, superior a la media nacional —, la de tener hijos en edades cada vez más avanzadas —con una media por encima de los 30 años en España —, con un incremento en la esperanza de vida, y un retraso en la edad de jubilación, indican, en su conjunto, que cada vez más se necesita compaginar y conciliar el trabajo remunerado y el trabajo de cuidados no remunerado. La evidencia muestra, a su vez, datos relevantes sobre las diferencias de género ante la conciliación. Según el estudio de LAOGEN, destaca en primer lugar, el mayor tiempo dedicado a las tareas del hogar no remuneradas – como cuidado y educación de los hijos, cuidado de mayores y tareas domésticas - de las personas en situación de teletrabajo, tanto en el caso de hombres como de mujeres. Y destaca, en segundo lugar, el mayor número de horas dedicadas a las tareas del hogar no remuneradas realizadas por las mujeres, en comparación con los hombres.

La investigación ha mostrado, a su vez, que el tiempo dedicado al cuidado de las personas en situación de dependencia aumenta la presión sobre el tiempo disponible para el trabajo remunerado entre las mujeres, lo que refleja la presencia continua del “doble turno” —trabajo remunerado y trabajo no remunerado dentro del hogar. Además, a diferencia de los hombres, es menos probable que las mujeres que teletrabajan dispongan de un espacio de trabajo exclusivo adaptado para ello – lo que provoca en ocasiones dolor musculoesquelético, junto a otras patologías- o un cónyuge que pueda atender a los/as menores. Adicionalmente, existen diferentes estrategias personales y organizacionales para gestionar la conciliación. Las organizaciones ponen a disponibilidad de su personal —con mayor frecuencia a las mujeres— diferentes medidas de conciliación. Sin embargo, cuando se utilizan dichas medidas pueden tener un efecto negativo sobre el desarrollo de carrera, con consecuencias como el “techo de cristal” y la “brecha salarial”, en definitiva, una mayor precariedad laboral. Por tanto, es importante analizar el uso que hacen mujeres y hombres de las medidas de conciliación, así como el efecto sobre su bienestar y su desarrollo de carrera.

Por ello, se observa que las consecuencias económicas y sociales de la crisis - tras la pandemia y la guerra en Europa-, son mucho mayores para las mujeres, que amenazan con empujarles de nuevo a los roles tradicionales en el hogar, y se teme una “retradicionalización” de los roles de género. ¿Serán de nuevo las mujeres el eslabón flexible para dar respuesta a los nuevos retos actuales? ¿A retos como la falta de servicios educativos esenciales que permitan las largas jornadas presenciales, o la potencial crisis de cuidados que se intuye en el horizonte? Como apunta la evidencia empírica del citado estudio, cuanto mejor sea la percepción de equidad en el trabajo, menor será el nivel de conflicto entre la vida personal y el trabajo y, en consecuencia, menor el estrés laboral tanto para hombres como para mujeres. Cuando se introducen las responsabilidades familiares y de cuidado (principal proveedor y principal responsable de las tareas domésticas), los hombres tienen más dificultades que las mujeres para equilibrar el trabajo y la familia, mientras que las mujeres sufren más estrés laboral, y ralentización de su desarrollo de carrera. Estos hallazgos complementan la creciente comprensión del género y el entorno laboral como determinantes sociales de la salud y el bienestar, y subrayan que los impactos negativos de las desigualdades de género afectan no solo a las mujeres, sino también a los hombres.

Se concluye del citado estudio, por tanto, que las mujeres siguen siendo las que más solicitan medidas de conciliación, como el teletrabajo, para atender el trabajo no remunerado dentro del hogar, y están más expuestas a mayores niveles de estrés, debido a un doble rol o dificultades de desconexión en el hogar, y que afecta a su vez a la ralentización de su desarrollo de carrera. Esto provoca una segregación vertical – el conocido como “techo de cristal”. El teletrabajo también ha promovido que las organizaciones necesiten incorporar en sus planes de prevención de riesgos psicosociales, medidas de desconexión y recuperación para su personal, contribuyendo a una mejor organización del tiempo de trabajo y de las comunicaciones, evitando interferir en el tiempo de descanso y conciliación. Estas medidas ya se están tomando en algunas empresas andaluzas, según el estudio de LAOGEN, como se deduce de este comentario de la persona responsable de la prevención de la salud laboral:

“Intentamos tomar medidas para reducir los posibles estresantes (del teletrabajo): por ejemplo, los correos electrónicos fuera de hora no están bien vistos a no ser que sea una urgencia, promoviendo que se programe su envío para que se reciban en horario de trabajo y permitiendo el descanso. También prevenir las horas extras. En definitiva, favorecer la flexibilidad y la conciliación, pero desde la perspectiva preventiva, evitando los efectos, por ejemplo, del tecnoestrés”.

Más información

Información de autoría
Correo electrónico
Teléfono
955 049 078
Información adicional

Horario de atención telefónica: de 09:00 a 14:30 horas

Compartir en

Índice