Las incapacidades temporales por problemas de salud mental (1) no solo crecen de modo significativo, ganando incidencia en el conjunto, sino que (2) mantienen mayor duración promedio que la mayoría (son la tercera causa con más duración -vid. tabla). En consecuencia (3) su coste resulta superior a la media. Se trata de un triple dato de evidencia científica, atendiendo a los estudios e informes de las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social (y del INSS), que son las encargadas de su gestión, en exclusiva de las profesionales, muy mayoritariamente de las comunes. La consecuencia es que las bajas por cuestiones de salud mental vienen ganando peso continuadamente en el conjunto de las existentes, en términos de número de ellas, pero sobre todo de duración promedio. Por supuesto, no todas tienen que ver con factores exclusiva, o de forma prevalente, vinculados a factores de riesgo psicosocial en el entorno de trabajo, sino que derivan de otros factores externos, pero también es cierto que un porcentaje significativo se vinculan a causas laborales.
No todos los grupos de personas trabajadoras tienen la misma prevalencia. Las mujeres y los jóvenes son los que mayor incidencia de salud mental muestran, según los datos facilitados por el INSS. Si en el primer grupo la brecha de salud mental por razón de género crece levemente, la brecha por razón de edad ha aumentado notablemente.
Concretamente, las bajas laborales por salud mental de los jóvenes entre 16 a 25 años han crecido un 91%, seguidas de las de las personas trabajadoras de 26 a 35 años, con un incremento del 48%. Este dato evidenciaría cómo en torno a 1/3 de los cuadros de depresión en la población ocupada se debe a la precariedad en las condiciones de empleo y de trabajo (La juventud atracada, José Ignacio Conde-Ruiz). Conviene precisar que estos datos no evidencian que quienes más problemas de salud mental tengan una “capacidad de resistencia psíquica débil”, sino que lo ocurre es que se ven expuestas con más intensidad y durante más tiempo a peores condiciones de trabajo y, por lo tanto, de vida. La OIT y la OMS han puesto de relieve que la causa principal de bajas laborales por cuestiones de salud mental son las jornadas de trabajo muy prolongadas.
Consecuentemente, las soluciones no están solo en mejorar la atención pública psicológica, que también, sin duda, sino en ir al origen. Esto es, la reducción de cargas de trabajo, la contratación de personal suficiente, la adopción de medidas de organización y la mejora de las condiciones de trabajo que reduzcan el estrés y la presión sobre la plantilla, entre otras. Esto es, hay que poner en el primer plano no solo la faceta psíquica, sino la organizacional laboral.
10 causas que tienen mayor duración media del tiempo de baja entre 2016 y 2023
- Neoplasias (tumores): 165 días
- Enfermedades del aparato circulatorio: 129 días
- Trastornos mentales y de comportamiento: 108 días
- Enfermedades de la sangre e inmunológicas: 81 días
- Malformaciones congénitas y anomalías cromosómicas: 79 días
- Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas: 74 días
- Enfermedades del aparato musculoesquelético: 73 días
- Enfermedades del sistema nervioso: 71 días
- Embarazo, parto y puerperio: 68 días
- Órganos genitales masculinos: 66 días
Fuente de la lista: Ministerio de Seguridad Social vía Petición de Transparencia por El Diario.es.
Fuente de la imagen: El Diario.es, Cristina García
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