[LARPSICO] El uso indebido de las redes sociales en la escuela reduce la salud mental del personal docente, según informa el Defensor del profesor

Andalucía, 16/11/2023
adolescentes con móvil

La llamada “violencia de terceras personas” (violencia externa) en los entornos de trabajo es un clásico factor y riesgo psicosocial que va en aumento para ciertos colectivos profesionales, no solo en la sanidad, por las agresiones (físicas y verbales) de las personas usuarias, sino también en la docencia no universitaria, por las agresiones del alumnado. Según ciertas informaciones (sindicato ANPE), el acoso y las falsas acusaciones que sufriría el personal docente se estima en el 26% de la plantilla. Los casos de violencia del alumnado registrados ante la Defensoría del profesorado irían en aumento año a año.

De este modo, se alude cada vez más al “miedo en las aulas”. Un temor que aumentaría en este tiempo por el uso tan intensivo como irresponsable de las redes sociales por los adolescentes y los jóvenes en los centros educativos (colegios e institutos). Frente a esta dimensión emergente de la violencia psíquica en las aulas el profesorado se siente en gran medida indefenso y sin suficiente capacitación para su control y erradicación, menos para su prevención. De este modo, a los problemas de convivencia en los centros debidos al acoso escolar, también en formas de ciberacoso o ciberbullyng, esa forma de maltrato entre adolescentes que “viaja por las redes (pdf)” y los dispositivos móviles, se sumarían ahora los derivados del mal uso de las pantallas, en especial en los centros se secundaria. Así lo constata en su último informe del Defensor del Profesor (figura gestionada por el citado sindicato ANPE). En él se señala, en virtud del registro de un número creciente por parte del profesorado de denuncias, cómo el mal uso de la tecnología digital está acrecentando el empeoramiento de la salud mental del personal docente. El 47% de las consultas que se han realizado son en secundaria, habiendo aumentado más de un 5% respecto curso anterior y un número significativo tienen que ver con este factor de riesgo tecnológico por el uso inapropiado de los dispositivos móviles y redes sociales.

Concretamente, e incidiendo en el tema, en el Informe se toma nota de que con este mal uso extendido de la tecnología digital en las aulas no solo se perjudica la salud del personal docente, también del propio alumnado. Así:

"los especialistas en salud mental están detectando un cambio en la sintomatología como consecuencia de nuevos factores sociales presentes en la actualidad, como son el fenómeno kindling (aumento de la excitabilidad en las neuronas del sistema límbico que controla los circuitos de impulsividad y el manejo de la rabia) y problemas que son consecuencia de declinar la escritura a mano versus teclear -hay estudios que aluden que las áreas relacionadas con la lectoescritura, de no trabajarse manualmente, se ven afectadas negativamente disminuyendo la capacidad de comprensión-".

Aunque lo que describe con gran inquietud el Informe no es nada nuevo y sobre ello ya se acumulan notables evidencias, sí es novedoso que este tipo de documentos se detengan con tanto detenimiento en tales cuestiones. Un cuestionamiento muy crítico del uso abusivo de los dispositivos móviles en las aulas que coincide (no es casualidad), con un movimiento social, promovido por más de 10.000 padres agrupados por Telegram (no deja de ser curioso su iniciativa, pues es una App. de mensajería instantánea, por tanto, una red en sí misma, pese a su dimensión más social y la mayor preocupación por todo lo que tiene que ver con la seguridad) para retrasar la entrega del móvil a sus hijos/as. En el ámbito de la comunidad científica y académica las voces críticas con el uso socialmente irresponsable que en los centros educativos se viene haciendo de tales dispositivos.

Más allá de esta importante cuestión el Informe relata situaciones en aumento como la subida de videos del alumnado de su profesor, para ridiculizarlo en sus redes), es interesante en el Informe el aumento de diversos factores de riesgo psicosocial para este personal. A saber:

  • Crecen las falsas acusaciones del alumnado (de un 12% a un 20%), así como de los padres (hasta el 25%)
  • Aumentan los problemas con la administración, del 30% al 33%.
  • Sigue una línea ascendente las agresiones de alumnos a docentes (el 7%)
  • las conductas agresivas entre alumnos (el 7%)
  • Crecen igualmente las amenazas del alumnado al profesorado (14%) y el acoso de aquél a éste (el 10%) y las amenazas (14%)

En suma, la violencia en las aulas, no solo en sí (problema de salud pública), sino como una gran fuente de riesgos psicosociales (estrés, burnout, depresión), problema de salud laboral para el personal docente, pues, ahora con su dimensión digital, sigue siendo una asignatura pendiente para cuya superación hace falta más educación que prohibición- No siendo recomendable -por lo que a los dispositivos tecnológicos hace- la prohibición absoluta, sí conviene apostar por mejorar la capacitación de uso socialmente responsable. Lo que, por cierto, la facilitará para los entornos de trabajo en el futuro, avanzando de forma notable en esta cultura, estando además prescritos estas obligaciones y protocolos en tales ámbitos (art. 88 LOPDGDD), aunque aún tengan poca presencia práctica.

Información de autoría
Correo electrónico
Teléfono
955 049 078
Información adicional

Horario de atención telefónica: de 09:00 a 14:30 horas

Compartir en

Índice