[LARPSICO] Para avanzar en la salud psicosocial laboral, la Asociación Internacional de la Abogacía lanza la Comisión de Bienestar Profesional

Andalucía, 27/10/2023
Dibujos de dos cerebros con hilos en su cabeza

Al igual que en el resto de las profesiones, también en las demás facetas de la vida de las personas en general, la salud mental de las personas que ejercen la abogacía ha sido un tabú que, de conformidad con los estudios más recientes, debe romperse con urgencia. Las evidencias sobre la creciente presencia de estrés, ansiedad, depresión, ‘burnout’ o agotamiento físico y mental en las personas abogadas se acumulan y tiene que ver mucho con sus condiciones de ejercicio de la profesión (jornadas prolongadas, incertidumbre constante sobre los procesos, ante la dilación judicial, la ausencia de desconexión digital, etc.).

Ahora bien, la acumulación, igualmente que en otras situaciones y profesiones, de evidencias sobre la magnitud del problema, cada vez más precisa en medición, pese a basarse en encuestas, no en registros, aunque también los hay en relación al mayor número de bajas laborales ligadas a cuestiones psicosociales (que también tienen una mayor duración), debe ir acompañada de políticas y medidas especificas que ayuden a la corrección del problema. Precisamente, en esta dirección de ensayo de programas y experiencias prácticas, la IBA (Asociación Internacional de la Abogacía) creó, en 2019, el un grupo de trabajo sobre bienestar que, ante su éxito, ha derivado en la creación de la Comisión de Bienestar Profesional (2023). Se trata de un nuevo organismo dentro de la IBA dedicado a mejorar el bienestar psicosocial en la prestación de los servicios de las profesiones jurídicas en todo el mundo.

Entre sus objetivos destaca:

  • La promoción del bienestar como tema central para la comunidad legal global;
  • Identificar, coordinar y organizar actores globales para cambiar o modificar la cultura y mentalidad de la profesión legal;
  • Crear conciencia sobre los desafíos y el estigma que rodean las discusiones sobre el bienestar, teniendo en cuenta las diferencias culturales necesarias al abordar este tema;
  • Fomentar el diseño, puesta en práctica e intercambio de políticas y prácticas de trabajo que ayuden a promover un bienestar sostenible dentro de la profesión
  • Realizar recomendaciones para promover cambios en el entorno práctico y también regulatorio de la profesión legal en todos los niveles, en la medida de lo posible

Precisamente, al calor de estas iniciativas, y de los estudios de evidencia científica que están en su base, en España se han adoptado varias iniciativas, colegiales y de particulares en la misma dirección. Así, entre otras:

  • El Instituto de Inteligencia Jurídica, como consultora independiente, integrada por juristas y profesionales de la psicológica, cuya misión sería la de contribuir a la implantación de programas para la recuperación de la salud mental y del bienestar emocional de los juristas en general y de los abogados en particular (formación específica, apoyo psicológico), así como la creación de la “comunidad de personas operadoras jurídicas sostenibles”. Se trata de crear una red entre los profesionales de habla hispana para exponer sus problemas y buscar soluciones, mediante el intercambio de buenas prácticas (método de benchmarking) 
  • El Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) presentó su programa de bienestar, que consta de dos líneas telefónicas gratuitas (atención psicológica profesional y otra 24h de acompañamiento emocional), acciones de formación, y la dotación de recursos y herramientas a los colegiados para que puedan cuidar su bienestar y salud mental (enfoque de gestión individualizada)
  • El Colegio de la Abogacía de Sevilla (ICAS) creó una comisión de salud mental y física, que ha firmado un convenio con el colegio de psicología para poner al servicio de los profesionales ayuda psicosocial.

Asimismo, respecto de las terapias se recomiendan algunas muy conocidas, como la meditación, porque ayuda al ensayo de momentos de desconexión, aunque sean momentáneas, dado que un factor de riesgo psicosocial relevante en esta profesión es la no desconexión, como se ha visto. Pero se hace hincapié también en otras menos esperables, como, la “risoterapia” para la profesión jurídica, precisamente para ayudar a la relajación en un sector de actividad que lleva cuestiones muy “serias” o delicadas, o la música como aliada para el éxito en la práctica legal. Con ella se trata de ayudar a la persona profesional del sector legal de forma que pueda entrenar la inspiración y las soluciones más creativas, que le proporcionen mayor satisfacción.

Al respecto, se insiste en el factor de riesgo que supone la exposición pública en la intervención oral que esta profesión requiere, los niveles de tensión y angustia pueden suponer un bloqueo hacia la resolución favorable del caso. En estas situaciones, la seguridad en el manejo de habilidades comunicativas mejora con la música. 
Con todo, lo más importante es saber reconocer los síntomas, por ello, el medio internacional The 'Impact Lawyers'  da a conocer una serie de señales que pueden indicar cuándo es el momento de tomar medidas. Entre ellos, destacan el burnout crónico, la ansiedad, el abuso de sustancias o el descuido de la vida personal

Todas estas herramientas se desarrollan en el plano de los servicios de gestión individual de los factores de riesgo psicosocial de su profesional4. Como es natural, a ellos habría que añadir medidas de carácter más organizacional y colectivo, aunque en buena medida requieran también cambios legislativos, que deberían incluirse en las próximas reformas de las leyes procesales, así como, lógicamente, en el desarrollo de servicios de prevención (incluso mancomunados) más eficaces.

Información de autoría
Correo electrónico
Teléfono
955 049 078
Información adicional

Horario de atención telefónica: de 09:00 a 14:30 horas

Compartir en

Índice