El interés por las cuestiones de la salud mental de las personas en general, y de las personas trabajadoras en particular, crece de manera exponencial en estos últimos tiempos. Por doquier se difunden y conocemos informaciones que evidencian cómo es un problema con incidencia creciente en la pérdida de salud y bienestar de la mayoría de las personas, afectando a múltiples colectivos, en especial a jóvenes, pero no solo. Y, desde luego, son cada vez más las personas y grupos profesionales que ponen de relieve la incidencia de las afecciones de salud mental en sus vidas y en sus trabajos. Se habla así de profesorado “al límite”: “He dejado la docencia porque estoy quemada” (un 40% del profesorado admite haber sufrido ansiedad, estrés o agotamiento mental, lo que estaría en la base del crecimiento de las bajas, e incluso dimisiones). O de la creciente evidencia de los problemas de estrés laboral y burnout en el ejercicio de la abogacía, en la que prácticamente 8 de cada 10 profesionales en este sector considera que su trabajo es especialmente estresante por lo prolongado del horario, la dedicación a atender a las personas clientes incluso en tiempos de “descanso” (noche, festivos, etc.). De ahí que se hable de una profesión “en el diván”
Según los estudios realizados en el sector más solventes, 4 de cada 10 personas letradas o abogadas contratadas en despachos reconoce que no comentaría la existencia de una patología mental en su entorno laboral por miedo al impacto negativo que seguro tendría en su carrera. No es la única actividad profesional en el “diván”. Por no hacer muy larga este recopilatorio de noticias al respecto (en las páginas de esta sección venimos dando cuenta puntual de las diversas situaciones), bastará con recordar ahora la continuada atención que están mereciendo los crecientes reconocimientos de profesionales de todos los deportes sobre sus problemas de salud mental. Una incidencia creciente, hasta hoy invisibilizada, y que presenta intensidades distintas, llegando hasta las más extremas al respecto, como son los intentos de suicidio. De ahí que se ponga el acento también en la prevención del suicidio en el deporte de élite.
Estas y otras situaciones análogas justifican que el Laboratorio-Observatorio de Riesgos Psicosociales en el Trabajo (LARPSICO), del IAPRL, haya decidido realizar una jornada para analizar esta cuestión. Pero el enfoque elegido pretende ser muy práctico, a fin de poner de relieve no solo el problema, por supuesto, sino también, y sobre todo, qué están haciendo las empresas más ocupadas por esta cuestión a fin de promover la salud mental en el trabajo, gestionando de forma más eficaz los riesgos psicosociales y fomentando la mejora del bienestar psíquico de las personas que integran sus plantillas. De ahí que se expongan buenas prácticas de empresas y de sus servicios de prevención en la promoción de la salud mental en los entornos de trabajo.
La jornada, organizada en colaboración con el Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Granada, se celebrará el próximo 29 de noviembre, en el Pabellón de las Ciencias de esta ciudad, Sala (Sala Tecno-foro). La modalidad de celebración será híbrida presencial, hasta completar el aforo disponible, y online (con el límite de 150 personas). El Programa se compone de 3 paneles:
- El primero expondrá las principales novedades científicas y técnicas en este ámbito de la gestión de riesgos psicosociales en el trabajo
- El segundo desarrollará diversas experiencias de actuaciones de promoción de la salud mental en el trabajo realizadas por determinadas Mutuas Colaboradoras de Seguridad Social (IBERMUTUAMUR y FREMAP), así como por los principales servicios de prevención ajenos (Quirón Prevención en este caso)
- El tercero analizará dos buenas prácticas de empresa, contadas por ellas mismas (CIVICA -Granada- y VALEO -Jaén-)
Se expedirá el correspondiente certificado de asistencia a quienes se inscriban y sigan el desarrollo de la jornada.
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Horario de atención telefónica: de 09:00 a 14:30 horas
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