[LARPSICO] El déficit de políticas de prevención de riesgos psicosociales costaría 2 puntos del PIB (30.000 millones de €)

• Según un Informe del “Observatorio Zeres” (despacho jurídico especializado en laboral) el aumento de las bajas por razones psíquicas puede superar los 30.000 millones de euros en 2023 (casi 2 puntos del PIB)

Es un dato de evidencia conocido desde hace muchos años, al estar avalado por una gran cantidad de estudios e informes científicos, con gran solvencia, incluyendo los de la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA-EU), que el aumento continuado de las bajas médicas por problemas psíquicos (ansiedad, estrés, depresión), en todo el mundo, en especial en la Unión Europea no sería solo un grave problema de salud, humana y organizacional, sino que representa un coste económico muy elevado para los Estados y las sociedades. Como vuelve a constatar la Comisión Europea en una reciente Comunicación (“sobre un enfoque global de la salud mental”), el coste de la pasividad, inactividad o deficiencias en las políticas preventivas de riesgos psicosociales en las organizaciones es notablemente superior al que supone la inversión preventiva. En España disponemos también de cada vez mayores evidencias científicas de estos altos costes económicos, para las empresas y para la sociedad, invitando a corregir tal déficit, sea por razones de salud humana sea de eficiencia económica.

Aunque no son los únicos informes disponibles, una especial difusión se viene haciendo de los análisis vinculados al absentismo laboral, cuya importancia se recoge en el vigente V Acuerdo de Empleo y Negociación Colectiva (V AENC). En este ámbito, el Informe sobre “absentismo laboral derivado de la IT (pdf)" por contingencia común, publicado por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), junio de 2022, el coste total de las bajas médicas se calculaba en 106.000 millones. En esta abultada cuantía se integran tres conceptos: coste directo para la Seguridad Social, el coste directo para las empresas y el coste de oportunidad (valor de las horas que se dejaron de trabajar). Las bajas médicas por causas psíquicas son las segundad de mayor prevalencia, ¼ del total, por lo que representarían más de 25.000 millones de euros.

Naturalmente, no todo ese coste puede vincularse a la debilidad preventiva en materia de prevención de riesgos psicosociales y a los déficits de políticas en tal sentido dentro de las organizaciones, puesto que sólo un número limitado de tales bajas están directamente vinculadas a factores psicosociales derivados de la organización labora. Pero no menos cierto es que la deficiente implantación de políticas de gestión primaria de los factores que inciden en el bienestar laboral, que son múltiples, repercute de una forma muy significativa en ese coste. Más recientemente, en línea con los previos estudios referidos, pero ahora con mayor precisión y especificidad para los problemas psicosociales de las personas trabajadoras, un Informe del Observatorio ZERES estima (no es un estudio con datos de campo propios, sino resultado de una revisión de varios estudios sobre Absentismo -lo que exige matización-) que el coste de las bajas por causas psíquicas podría superar los 30.000 millones de € en 2023, más de dos puntos del PIB, de mantenerse la tendencia actual.

Ahora bien, desde el punto de vista del coste económico, hay también otras dimensiones del problema. Así, no solo crece la prevalencia de las bajas laborales por razones psíquicas, sino que la duración promedio de estos procesos mórbidos supera de forma notable la media del conjunto. Así, lo señalan los Estudios de la evolución de los trastornos mentales y del comportamiento en la incapacidad temporal de la Fundación Mutua Madrileña de Prevención (FREMAP):

• De un lado, desde 2015, la incidencia media de los procesos de IT por trastornos mentales y de comportamiento (TMC) viene registrando una tendencia continua (salvo el excepcional año de 2021) al alza, para todos los grupos de edad, situada en torno al 18 por cien.
• De otro, la gran mayoría de las bajas por razones psíquicas, especialmente las que lo son por depresión, tienen una duración entre 6 y 9 meses, por lo tanto se sitúan en la franja alta y muy cerca del periodo máximo de 1 año (sin perjuicio de las consabidas prórrogas)

A la vista de estos datos, y según un significativo consenso, científico y profesional, mejorar la prevención de los factores de riesgos psicosociales en el trabajo tendría un efecto muy benéfico para las personas trabajadoras, sin duda, pero también para todas las empresas y la sociedad en su conjunto. Más allá de la cuestión anecdótica del relativo aumento de los casos de baja por depresión postvacacional, típico del final del verano, en España adquiere una creciente importancia la cuestión de la salud mental, también en el trabajo, por lo que hay que mejorar la aplicación práctica del sistema preventivo.