[LADEP] Más incendios, más riesgos: impacto del humo en la salud de bomberos forestales

El humo derivado de los incendios forestales incrementa la vulnerabilidad de estos profesionales a enfermedades neurológicas, además de causar perjuicios a los pulmones, riñones y otros órganos
Andalucía, 04/09/2023

Los incendios forestales son una parte natural de muchos ecosistemas. Sin embargo, el cambio climático, la expansión de las zonas urbanas hacia áreas propensas al fuego y décadas de prácticas poco adecuadas en el medio natural, además de la intencionalidad en prácticas pirómanas, han provocado un aumento dramático de incendios forestales de gran magnitud en las últimas décadas. Muestra de este fenómeno, es que 8 de los 10 mayores incendios sufridos en España han ocurrido en los últimos 20 años, siendo aún más alarmante que la mitad de estos megaincendios (o incendios de sexta generación) hayan ocurrido en estos dos últimos años.

Además de la evidente destrucción de hogares y propiedades, y la irreparable pérdida de vidas humanas y de medio natural, estos voraces incendios liberan enormes cantidades de contaminantes peligrosos para la salud humana. El humo de los incendios forestales contiene partículas finas, monóxido de carbono y compuestos orgánicos volátiles que pueden viajar largas distancias y afectar a poblaciones alejadas de las llamas. Es por ello que la exposición al humo de los incendios, incluso durante períodos relativamente cortos, puede tener graves consecuencias para la salud, especialmente en grupos sensibles como niños, ancianos y personas con afecciones médicas preexistentes.

En este contexto, no podemos olvidarnos del colectivo profesional que se dedica a luchar contra este grave problema que nos amenaza, los bomberos forestales, expuestos a niveles extremos de humo y contaminantes que puede tener graves consecuencias para su salud tanto a corto como a largo plazo. Aunque los bomberos usan equipos de protección, la exposición prolongada y repetida al humo tóxico pasa factura. La investigación reciente sugiere que la exposición prolongada podría tener efectos duraderos e incluso permanentes en la función pulmonar, el sistema inmunitario y el cerebro (Haelle, 2023).

El humo de los incendios forestales es una mezcla tóxica de gases y partículas finas producida por la combustión de vegetación y otros materiales. Según el Oregon Health Authority (2023), entre los componentes más peligrosos se encuentran:

  • Partículas finas: Las partículas de menos de 2,5 micras de diámetro son lo suficientemente pequeñas para penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo. La exposición está relacionada con problemas respiratorios y cardiovasculares.
  • Monóxido de carbono: este gas incoloro e inodoro se adhiere a los glóbulos rojos, desplazando al oxígeno. La exposición puede provocar dolores de cabeza, mareos, debilidad, náuseas e incluso la muerte.
  • Compuestos orgánicos volátiles: sustancias como el formaldehído y el benceno son irritantes y algunos son cancerígenos.
  • Sustancias inflamatorias: el humo induce una respuesta inflamatoria que puede causar daños en los tejidos.

A estos peligros han de añadirse el estrés cardiovascular y a la deshidratación por sudoración (que puede llevar a calambres, agotamiento e insolación) a los que están sometidos durante las labores de extinción.

De forma inmediata, la exposición al humo durante los incendios forestales puede agravar rápidamente problemas de salud existentes. Además, individuos sanos también pueden experimentar efectos negativos:

  • El humo puede desencadenar ataques de asma y agravar enfermedades como EPOC y cáncer de pulmón.
  • La irritación e inflamación de las vías respiratorias pueden provocar tos, secreción excesiva y sibilancias.
  • La disminución del oxígeno en sangre aumenta el riesgo de infartos, arritmias y muerte súbita en personas con enfermedades cardiovasculares.
  • El humo dificulta la respiración y el suministro de oxígeno al cerebro, lo que se manifiesta en síntomas como dolor de cabeza, mareos, fatiga y disminución de la concentración y el tiempo de reacción.
  • La irritación de los ojos causa lagrimeo, picor, dolor e inflamación. En casos graves puede producir daño corneal temporal o permanente, además de dificultar cualquier tarea, poniendo en riesgo al bombero.
  • El humo puede alterar el sistema inmunitario, aumentando la susceptibilidad a infecciones respiratorias como la gripe.

No obstante, los problemas asociados al humo no se quedan en su efecto inmediato. Recientemente, se ha empezado a encontrar evidencias sobre sus efectos a largo plazo, ocasionando riesgos permanentes para la salud, especialmente en el sistema respiratorio, el cerebro y el sistema inmunitario.

  • Los pulmones pueden sufrir inflamación y cicatrización que conlleve a una disminución permanente de la función pulmonar. Estudios en monos expuestos al humo de incendios forestales muestran daño pulmonar y patrones anormales años después del evento.
  • Las partículas finas y los compuestos inflamatorios pueden ingresar al cerebro, produciendo inflamación crónica que daña y mata neuronas. Esto se ha relacionado con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, Alzheimer, Parkinson y autismo.
  • La exposición al humo puede tener efectos supresores sobre el sistema inmunitario que perduran en el tiempo, aumentando la susceptibilidad a infecciones y cáncer
  • El humo contiene numerosos compuestos carcinógenos. Varios estudios vinculan la exposición prolongada con mayor riesgo de cáncer de pulmón 

Además, la exposición al humo durante el embarazo se ha asociado con mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.

Por todo ello, resulta vital para el bombero protegerse de la exposición al humo. La formación es un factor clave, ya que permite al profesional no sólo conocer la naturaleza del peligro al que enfrenta, sino cómo afrontar la tarea de extinción reduciendo al máximo la exposición al humo. El uso de los EPIS reglamentarios, usando mascarillas N95 o KN95 que son capaces de retener hasta un 80% de partículas finas. Mantenerse hidratado para aliviar los efectos del incendio y aliviar irritación de garganta y tos. Además, es fundamental mantenerse bien comunicado con los compañeros y superiores, con el fin de una coordinación eficaz durante las tareas de extinción (Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del territorio, 2018).

Cabe destacar que los efectos del humo no sólo afectan a la primera línea de extinción, sino que los efectos adversos señalados anteriormente también afectan a varios kilómetros de distancia debido al empeoramiento de la calidad del aire. Por ello, para el personal que no esté trabajando directamente en las tareas de extinción se recomienda permanecer en ambientes interiores con ventanas y puertas cerradas (siendo conveniente el uso de purificadores de aire con filtros HEPA), con el fin de reducir actividades al aire libre, en especial realizando ejercicios vigorosos que aceleren la respiración. De igual manera se recomienda el uso de mascarillas N95 o KN95 si se debe estar en el exterior por periodos prolongados.

Es fundamental que, en caso de observarse alguna afección tras de la exposición al humo, se acuda a un especialista con el fin de evitar el desarrollo de una patología posterior. 

Los incendios forestales de gran magnitud y la consiguiente contaminación del aire se han vuelto amenazas crecientes para la salud pública en las últimas décadas, y se espera que esta tendencia empeore con el cambio climático. Entender los riesgos y tomar medidas para reducir la exposición será crucial para proteger la salud humana ante esta nueva y triste realidad.

Bibliografía

Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del territorio (2018) Evaluación de Riesgos Laborales en la Extinción de Incendios Forestales. Agencia de Medio Ambiente y Agua. Junta de Andalucía. . Recuperado el 25/08/2023

Haelle, T. (2023) El humo de los incendios forestales puede ocasionar daños irreparables en el cerebro y el cuerpo. National Geographic. Recuperado el 23/08/2023

Oregon Health Authority (2023)  El Humo de Incendios Forestales y su Salud. Public Helath Division. Recuperado el 25/08/2023

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