Nadie duda de las ventajas del teletrabajo como nueva forma de organización del trabajo, en términos de bienestar para las personas y productividad para las empresas, aunque tenga su lado “oscuro”. Por eso, uno de los actuales retos en la disciplina de seguridad y salud en el trabajo es garantizar que el entorno cibernético de trabajo en que consiste el teletrabajo sea seguro (no solo frente a la ciberdelincuencia, también para las personas) y saludable. De ahí que se inste a adoptar medidas para proteger la salud de los trabajadores que realizan trabajo remoto. En esta dirección, la OMS y la OIT han publicado un nuevo informe técnico sobre dicha cuestión cuyo título es “Healthy and safe telework: Technical brief”.
En el mismo, se evidencia una serie de beneficios de esta modalidad de teletrabajo para la salud entre los que destacando el bienestar psicosocial, si bien, al mismo tiempo, una inadecuada planificación, organización o ausencia de prevención de riesgos laborales puede comportar en un desequilibrio físico, mental y social. En consecuencia, se ha de propiciar en las organizaciones empresariales un enfoque renovado para mejorar la prevención de la seguridad, salud y bienestar en el lugar de trabajo utilizando modelos multifactoriales y protocolos integrados.
En concreto, en el ámbito laboral los riesgos psicosociales han asumido una relevancia creciente en el estudio de los trastornos musculoesqueléticos a lo largo del tiempo. Esto es, existe una sólida evidencia de que los factores psicosociales y organizacionales (alta carga y demandas de trabajo; bajo apoyo social; bajo control del trabajo; baja satisfacción laboral y trabajo monótono; etc.), aumentan el riesgo de musculoesqueléticos y viceversa.
Precisamente, este es el enfoque que propicia la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, pues con el paso del tiempo, los riesgos psicosociales han ido cobrando importancia en el estudio de los factores determinantes de los trastornos musculoesqueléticos (TME).
En el informe Prevención de trastornos musculoesqueléticos y de riesgos psicosociales en el lugar de trabajo: estrategias de la UE y retos futuros brinda una visión entre los que se incluyan tanto la gestión de riesgos psicosociales como TME a consecuencia de:
- las características demográficas e individuales (p. ej., género, edad, estatus migratorio, etnia, genética, situación socioeconómica);
- condiciones de salud y comorbilidades;
- factores de riesgo vinculados a comportamientos y estilos de vida no saludables (como sobrepeso, inactividad física, sedentarismo);
- riesgos psicosociales;
- la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías en el lugar de trabajo.
Este enfoque es el aportado en los últimos tiempos por las estrategias de la UE en relación al teletrabajo, donde se ha de desarrollar una prevención de trastornos musculoesqueléticos y de riesgos psicosociales en el lugar de trabajo, como la campaña 2020-2022 «Trabajos saludables: relajemos las cargas» de la EU-OSHA . Pese a sus posibles ventajas, el teletrabajo también puede ser perjudicial para la salud de las personas y contribuir al desarrollo o el empeoramiento de trastornos musculoesqueléticos y de los riesgos psicosociales.
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