[LARPSICO] La pandemia también deja honda huella psicosocial en quienes dirigen las PYMES

La crisis sanitaria no está provocando problemas de salud psicosocial en las personas empleadas, también las personas titulares de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) se están viendo significativamente afectadas, según los datos obtenidos en el último Barómetro por el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos (CGCGA). Durante la fase más intensa de la pandemia, el 53% de las personas titulares de las PYMES manifestaron tener pensamientos depresivos. ¿Por qué? Por la extrema incertidumbre tan extraordinaria que recayó sobre su actividad económica (suspendida o restringida), con la gran reducción de ingresos que supuso y el aumento de costes, debiendo seguir obligados a afrontar determinados costes. Cierto que ciertas medidas gubernamentales corrigieron parcialmente estas obligaciones, pero no solo se vivieron como tardías, sino como insuficientes. Las mayores dificultades de gestión de estos pequeños negocios en relación con instrumentos como los ERTES, serían otro factor estresante y creador de ansiedad y angustia, según este estudio.

Prueba de lo difuso de estas situaciones de estrés económico asociado a la crisis es que, según el citado barómetro del CGCGA el 34% de las personas propietarias de una PYME ha sufrido problemas de naturaleza psíquica, a causa de la triple crisis económica asociada a la pandemia (junto a la sanitaria y social). La inseguridad sobre sus ingresos, pues muchas de ellos se vieron obligados a afrontar los costes con ahorros de toda una vida sin certeza de cuándo podrían volver a la “normalidad económica”, actúa como un potente factor de estrés, en un escenario de sobreendeudamiento obligado. El Barómetro confirma este dato con otro: un 30% de los pequeños y medianos negocios tienen previsión de pérdidas también a finales de 2021. Así, según sus datos, más de 700.000 empresas están atravesando "serios problemas de liquidez" y muchas no han podido recuperar el nivel de actividad que tenían antes de la pandemia.

En este caso, una vía para corregir esta situación de deterioro de la salud psíquica de las personas empresarias, en el marco de las PYMES, es institucional: garantizar una cierta seguridad económica, reforzando las garantías del Estado frente a los préstamos bancarios.