[LADEP] Dermatitis de manos ocupacional: cuando el trabajo limita el uso eficaz de nuestras manos

Se baraja que 1 de cada dos trabajadores de sectores como el de peluquerías lo padece, y casi la totalidad de los del sector metalúrgico
Andalucía, 03/08/2023

El uso de las manos durante la realización de nuestro trabajo es un hecho inherente al trabajo, pero, ¿Qué ocurre cuando el mero desempeño de nuestra actividad laboral limita el poder usar de manera eficaz nuestras manos tanto en el trabajo como en nuestra vida cotidiana? La dermatitis de manos ocupacional es un trastorno frecuente relacionado con el trabajo que afecta la piel. Se caracteriza por eritema, escamas, erosiones, vesículas y ampollas en su forma aguda, y enrojecimiento persistente, descamación y fisuras en su forma crónica. Esta afección tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los trabajadores y en la retención de ciertas ocupaciones. Encontrándose en el segundo puesto de recurrencia dentro de las enfermedades ocupacionales no mortales, solo por detrás de las enfermedades respiratorias, siendo un problema de salud ocupacional prevalente.

Dentro de la dermatitis ocupacional de manos podemos destacar dos tipos principales. La dermatitis de contacto irritativa (DCI) y la dermatitis alérgica de contacto (DAC). La DCI es causada por el efecto citotóxico directo de sustancias químicas o físicas sobre la piel, mientras que la DAC es una reacción de hipersensibilidad retardada. Estas formas de dermatitis ocupacional afectan a trabajadores en diversas ocupaciones, como personal de salud, peluqueros y trabajadores del sector metalúrgico.

Datos recientes de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. muestran una incidencia de 1.8 de 10000 trabajadores al año. Aunque si nos centramos en ciertos sectores, como el de la peluquería, la incidencia sube a 51.8 de cada 1000 trabajadores al año. O en el caso del sector metalúrgico, donde el 90% de los trabajadores en EE.UU. padecen esta afección, lo que destaca la relevancia de esta enfermedad en el ámbito laboral. El 90-95% de las enfermedades cutáneas ocupacionales son dermatitis de contacto, de las cuales, hasta el 80% de los casos de dermatitis de contacto ocupacional afectan las manos.

Ante esta situación debemos preguntarnos el motivo que subyace detrás de esta afección tan común en los puestos de trabajo. Dentro de los factores de riesgo relacionados con el ambiente laboral se incluyen el trabajo húmedo, el uso de guantes y la exposición a agentes irritantes y alérgenos, siendo algunos de los más relevantes el níquel, las fragancias y la metilisotiazolinona entre otros agentes químicos. De igual manera. factores individuales como la predisposición genética, antecedentes de dermatitis atópica y de dermatitis de contacto, y el sexo son factores que determinan la susceptibilidad de padecer esta enfermedad.

Entre los sectores más afectados cabe destacar el caso de los trabajadores de la salud, los peluqueros y los trabajadores del sector metalúrgico, los cuales están especialmente afectados por la dermatitis ocupacional de manos debido a las condiciones específicas de sus trabajos de mayor exposición a humedad o agentes químicos irritantes.

No obstante, debido a la cantidad de agentes que pueden ocasionar dermatitis en las manos, se hace imprescindible el establecer una causalidad con el puesto de trabajo. Para ello, se pueden utilizar los criterios de Mathias o realizar pruebas del parche. Los criterios de Mathias consisten en siete preguntas para determinar la relación entre la exposición laboral y la dermatitis. Responder "sí" a cuatro o más preguntas produce una probabilidad del 50% o más de una causa ocupacional. Por otro lado, las pruebas del parche son un procedimiento de 4 a 5 días en el que se colocan alérgenos de prueba en la espalda. Las reacciones se evalúan para determinar la presencia de alergias a sustancias químicas específicas.

En este contexto, la prevención y el manejo de la dermatitis ocupacional de manos son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y aumentar la permanencia en el puesto de trabajo. Ya que, de no tratarse, la dermatitis de la mano causa un deterioro medible de la fuerza y la destreza de la mano con el consiguiente deterioro de la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Medidas como la disminución del trabajo húmedo, el uso de cremas hidratantes y el cambio de metodología de trabajo pueden ser efectivas para reducir la incidencia y la gravedad de esta afección.

Como conclusión, la dermatitis ocupacional de manos sigue siendo un problema prevalente en el mundo laboral. Se requiere de una intervención continua y más intensiva para reducir su incidencia y severidad. Además, es necesario seguir investigando y desarrollando nuevas terapias farmacológicas para abordar este importante problema de salud ocupacional.

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