Varias decisiones del Consejo de Estado francés recuerdan que las empresas deben anticipar los riesgos psicosociales y poner en práctica medidas preventivas.
En nuestro país vecino, el Consejo de Estado francés y las Cámaras reunidas, el 21 de marzo de 2023, adoptaron la decisión de que los Planes de Prevención de Riesgos en la Empresa deben incluir medidas adecuadas para proteger a los empleados de las consecuencias que tiene, para su salud tanto física como mental, el cese de la actividad de la empresa o las situaciones de despido. En las dos decisiones publicadas, el Consejo de Estado recuerda que las empresas que elaboran un Plan de Salvegarde dans l’Entreprise (PSE) deben tener en cuenta expresamente los riesgos psicosociales ante los cambios en la flexibilidad de salida.
El Código de Trabajo francés establece que la empresa debe de prever las “medidas necesarias para garantizar la seguridad y proteger la salud física y mental de los trabajadores” y cómo “asegura la adaptación de estas medidas para tener en cuenta el cambio de las circunstancias” (Código del Trabajo, L. 4121-1). El PSE debe de pasar un proceso de homologación por parte de la Dirección Regional de Economía, Empleo, Trabajo y Solidaridad (DREETS), organismo encargado de verificar lo que prevé el empresario y controlar la forma de implementación.
La administración debe, en particular:
- verificar que el empresario transmite al Comité Económico y Social (CSE) – el organismo de representación del personal en la empresa - los elementos sobre evaluación y gestión de riesgos laborales
- controlar y concretar las medidas específicas puestas en marcha, en relación con los principios generales de prevención ex Art. L. 4121-2)
¿Qué factores de riesgo psicosociales considera la normativa francesa que han de incluirse en un PSE?
Resulta relevante que entre los factores de riesgo a considerar en el Plan se incluya el impacto que tiene sobre las personas el despido. Se considera que la anticipación de la pérdida de empleo es una fuente de estrés, ansiedad, depresión y miedo al futuro y que la exclusión afecta, además, a la identidad profesional y puede desencadenar un proceso de duelo por la pérdida del empleo. Pero un PSE también tiene consecuencias para los empleados que permanecen en las siguientes cuestiones:
- los posibles incrementos de la intensidad y del tiempo de trabajo, incluso la carga de trabajo de las personas empleadas que permanecen (supervivientes), así como su carga mental ante la salida de sus colegas, incluido el propio síndrome del superviviente
- el estrés que todo el proceso de implementación del PSE puede generar
- las tensiones y conflictos entre colegas que puedan surgir entre los empleados y la dirección
- la inseguridad socioeconómica, unida al miedo a ser el próximo en dejar la empresa, que se convierten en una forma de inestabilidad e incertidumbre.
¿Cómo prevenir estos específicos riesgos psicosociales en el marco de un PSE?
Además de la distribución de la carga de trabajo y la gestión de las relaciones laborales, una empresa que vive un PSE debe establecer un verdadero acompañamiento del cambio. Esto se plantea como posible a partir de las siguientes actuaciones:
- comunicarse regularmente, informar a los empleados de forma transparente, a lo largo del proceso, e incluso presentar una previsión de futuro
- formar con carácter previo a los directivos en este tipo de situaciones y en la gestión de las situaciones psicológicas de los empleados afectados por procesos de pérdida del empleo
- incitar y ayudar a quienes mantienen su puesto a expresar sus sentimientos, bien con el estableciendo de un seguimiento psicológico o de la creación de grupos de grupos guiados de intercambio de sentimientos
- creación de grupos de trabajo participativos con los empleados que permanezcan en la empresa
- establecer un sistema de seguimiento de las situaciones individuales.
En suma ¿Cuándo las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas…?
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