[LARPSICO] La justicia penal condena a un subinspector de los Mozos de Escuadra por acoso laboral a una compañera con reducción de jornada

Lamentablemente, la condición de maternidad de las mujeres, en todas las actividades profesionales, sigue siendo un factor incesante de actualización del riesgo de acoso en el trabajo, con claros sesgos de género (acoso moral sexista en el trabajo), convirtiéndose en expresión de violencia de género en los entornos de trabajo. En consecuencia, debe ser uno de los aspectos a reforzar en el marco tanto de las políticas de igualdad (planes de igualdad) como de seguridad y salud en el trabajo, como exige ahora el Convenio 190 OIT y desarrolla su Recomendación 206. Precisamente, de acuerdo con lo establecido en el artículo 19 de la Constitución de la OIT, el Consejo de Ministros acaba de adoptar un Acuerdo en virtud del cual se toma conocimiento de esta Recomendación sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, también por razón de género, a fin de disponer su remisión a las Cortes Generales, a efectos de su conocimiento.

En tanto, la realidad sigue ofreciéndonos constantes informaciones sobre casos en los que el acoso laboral a mujeres tiene su origen o causa principal en su condición biológico-social de madres. Así, por ejemplo, en fechas recientes podíamos leer que un sindicato de veterinaria ha hecho público un supuesto caso de acoso laboral a una empleada tras una baja de maternidad en un centro veterinario del grupo multinacional “AniCura”, en Cambrils (Cataluña). Según este comunicado, los hechos se remontan al año 2020, cuando la trabajadora, reincorporada después de una baja por maternidad, pidió su derecho a la conciliación familiar, sin acuerdo con los gerentes, que inicialmente se lo denegaron. El juicio estaba previsto -tras aplazamiento de la primera vista para el pasado 3 de febrero. 

Precisamente, ahora en el ámbito de la policía autonómica catalana, la STSJ Cataluña, sala civil y penal, 9/2023 acaba de confirmar la condena a un subinspector de los Mossos d’Esquadra de 6 meses de cárcel por acoso laboral a una compañera. También tendrá que indemnizarla, además, con casi 150.000€. Una vez más, tras su reincorporación por la baja de maternidad, el acoso se desencadenó a raíz de su petición de reducción de jornada por guarda legal. 

Como narra la sentencia, en esos momentos, el subinspector ahora vuelto a ser condenado decidió que la moza de Escuadra no continuaría con sus tareas usuales desarrollando en la Unidad de Policía Científica, donde prestaba servicios, sino que, infravalorando claramente su trabajo, se dedicaría  a funciones meramente administrativas en el grupo de análisis de la referida unidad. El subinspector no dejó de manifestar, durante ese tiempo, que la negativa a asignarle funciones policiales, relegándola a las administrativas, traía causa de su descontento con la reducción de jornada de su compañera. Además, se constataron expresiones tanto de desacreditación de su trabajo ante el resto de las personas compañeras de la moza de Escuadra, como, incluso, dentro del ámbito personal, con frases de carácter sexista como: “tú lo que tienes que hacer es operarte las tetas”, “¿es que tienes la regla?, “vete a la peluquería, ponte guapa y empieza a espabilarte un poquito” o “estás súper sexy, me encanta ver a una mujer llorar, así demuestras que tienes sentimientos”.

Una vez más, estos graves comportamientos deben servir para ilustrar una realidad más extendida de lo que se cree, con graves consecuencias en todos los planos, humanos, sociales. En efecto, de un lado, no solo esta policía sufrió severas pérdidas de salud, así como profesionales, sino también, y a consecuencia de aquéllas, un alto coste económico para el sistema. Se le reconoció por tal situación una pensión de Incapacidad Permanente Absoluta (IPA). De otro, este problema, de salud laboral y organizativo, no permanecía aislado o único, sino que se constataron en la Unidad otros casos análogos. Dos agentes más sufrieron este entorno intimidatorio, hostil y sexista. Otra compañera en reducción de jornada recibió un trato despectivo análogo del superior, mientras que en otro caso se denunció expresiones como “loca”, “te hace falta mantener más relaciones sexuales”, etc. 

Pero, una vez realizada la adecuada investigación, se evidenció que el problema era aún mayor. El Informe psicosocial emitido por la persona especialista en ese Departamento evidenció que hasta 5 personas de la Unidad estaban en tratamiento psicológico por el malestar causado en el entorno laboral por el referido, ahora condenado, subinspector. Un problema que, en consecuencia, no es solo de modo de ser (incapacidad de gestionar equipos de trabajo, más si participan mujeres -conductas discriminatorias, además de vejatorias-), sino una cuestión claramente de ausencia de adecuada gestión preventiva psicosocial.