Restauración de lienzos y torres del Castillo de Aroche (Huelva)

Información general

Tipología
Arquitectura defensiva
Provincia
Huelva
Municipio
Aroche
Protección
Bien de Interés Cultural, por Decreto de 22 de abril de 1949 según Ley 16/1985 Protección de Castillos Españoles.
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Descripción del bien

Ubicado en el cerro más septentrional y de menor altura de entre los dos sobre los que discurre la mayor parte del caserío arocheno, lo que hoy denominamos el Castillo de Aroche no es sino la alcazaba de un conjunto de fortificaciones constituidas por una extensa cerca que lo circundaba a cota más baja y que llegaba a incluir la Iglesia de la Asunción. Otra cerca, partiendo de la Plaza del Plantel y la ermita de del Santo Cristo se extendía, presentando varios baluartes artilleros, hasta alcanzar la Torre de S. Ginés, que, con su propio recinto amurallado de menor entidad y ubicada en el cerro más al Sur y de mayor altura, cerraba las defensas de la población. La generalidad de estas cercas perviven embebidas en el caserío.

El Castillo se percibe hoy desde el exterior como un imponente recinto murado de traza poligonal cuya coronación es básicamente horizontal, con 10 lienzos jalonados por otras tantas torres prismáticas, una de las cuales más bien se reduce a un contrafuerte, probablemente resto de otra torre arruinada en su mayor parte.

La coronación de sus lienzos y la mayor parte de sus torres, salvo las de los extremos del costado sudoriental, dotadas de cámaras a nivel del adarve, están a la misma altura, oscilando su desnivel con el terreno exterior entre menos de cinco metros por dicho costado y más de trece en otros puntos. En la actualidad, los lienzos carecen de almenas y de merlones y las torres hasta de parapeto, estando la mayoría desmochadas a un nivel ligeramente inferior al de remate de aquellos.

Dicha cerca, cuyo perímetro tiene una longitud aproximada de 273m, protege un área de unos 2650m2, protagonizada en la actualidad por una plaza de toros cuyo ruedo, de unos 40m de diámetro medio y una superficie de 1256m2, se rodea de un exiguo graderío de menos de 380m2 que, aún así, rebosa en altura (y hasta en anchura, puntualmente) de la cerca, bajo el que se albergan parcialmente los burladeros y que da paso al patio de cuadrillas, capilla y enfermería, situados en el extremo más occidental del conjunto. Los toriles se ubican entre las torres 1 y 2.

El resto de la superficie se reparte entre los muros no invadidos por el citado graderío, las torres, unas dependencias que hacen las veces de sala de exposiciones, situadas junto a las torres 1 y 10, y una explanada junto a la única puerta de acceso actual al recinto (dotada de un arco, del siglo XVIII, de medio punto y marcada por un pináculo de factura barroca sobre la coronación de la muralla).

Esta explanada sirve de distribuidor entre los espacios referidos y hasta de patio de mulillas y desolladero de las reses los días de lidia, incluyendo un pequeño jardín que da paso a los aseos públicos, sitos en la cámara de la torre 9.

Existía otro acceso al recinto (anulado funcionalmente en la actualidad), denominado Puerta de la Reina, cuyo arco de ingreso, de herradura apuntada y dotado de alfiz, se sitúa en el lienzo 3, y cuyo pavimento está a más de 4m por debajo del nivel del ruedo.

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Datos históricos

Las últimas investigaciones realizadas por el equipo de profesionales arqueólogos datan el castillo en época almohade, y al menos la puerta de la Reina como construcción ex novo. Los registros de carbono 14 de las agujas de madera extraídas del tapial de la torre 5, lo corroboran. Este dato, obtenido en esta campaña, aporta al fin una luz cierta sobre la edad del edificio.

Los accesos al castillo debían ser dos: una poterna, la actual Puerta de la Reina que se abría en un punto accesible desde la población y a espaldas al valle, lugar por donde eran de esperar los ataques y defendida por una de las torres más fuerte de la cerca; y la puerta principal, en recodo.

Así, la imagen del castillo almohade era de una fortaleza de color clara con grandes sillares simulados, del tamaño de los cajones de tapia que lo constituían, y toda almenada, con un aparato de entrada importante, situado en su cota más alta.

A partir de la Reconquista a manos portuguesas las primeras reformas que debieron realizarse, al menos en tiempos de Sancho IV, nos aparecen menos sistemáticas. Solo en las torres 4 y 5 hemos encontrado claras muestras de modificaciones en esta época.

Hay que llegar a 1443 para encontrar de nuevo descripciones de obras que hoy podemos reconocer, definidas en el informe del escribano Antonio Sánchez. En especial, en este momento se restauró y reforzó todo el conjunto de la entrada principal del castillo. Estas actuaciones, que lo dotaron de la cámara abovedada que aún se conserva a la izquierda de la entrada actual, alteraron básicamente el aspecto exterior de la fortaleza en esta zona, donde se reforzó con aparejo mixto el volumen que aún quedaba de tapial en la torre y lienzo 10, enroscándose ambos posteriormente y, probablemente, las coronaciones de toda la cerca donde se acumulaban la mayoría de las reparaciones del edificio. También en este momento se reconstruye parcialmente la torre 1, recreciéndola al menos hacia el lienzo 10 y alterando su cara frontal, haciéndole esquineras de fábrica mixta que contenían cajones de tapia separados por hiladas de ladrillo, constituyendo una tapia real. La difícil unión de este recrecido de la torre 1 debe haber sido la causa original de la última caída de la parte de esta torre que recientemente hemos restaurado.

A otra torre, la de la pólvora, se le reconstruyen tres lienzos y se actúa sobre su bóveda, cuya azotea se almena. Hoy se pueden apreciar yuxtaposiciones de fábricas diversas, en las caras de la torre 9, aún abovedadas.

Otras obras realizadas en el castillo y que modificaron su aspecto de forma importante fueron las acometidas a partir del interesante informe del Capitán Corbachino, en 1642. En este momento la fisonomía del Castillo se modifica en función de su uso como defensa artillera. Se habían construido anteriormente fortificaciones en toda la villa, estas de características netamente artilleras y el castillo había que acondicionarlo a los nuevos requerimientos.

En el siglo XIX la construcción en su interior de la plaza de toros (1802) supone un momento de edificación positiva en el inmueble, pero tan invasora, que desprecia totalmente la identidad del castillo como tal. Solo se le considera como contenedor de la plaza al que hay que reparar.

En 1949 el castillo de Aroche queda afectado por el Decreto sobre Protección de la Arquitectura Militar, declarándose B.I.C. con la categoría de Monumento por la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español.

Las restauraciones del siglo XX (profesores D. Rafael Manzano Martos y D. Alfonso Jiménez Martín) recurren a una estilización y codificación en el empleo de la piedra, que usan como mampuesto al traducir la tapia y al aparejo toledano con uso del adoquín para sustituir al primitivo.

Finalmente, el uso de mampostería sin encadenados parece remitir a zonas muy deterioradas de difícil análisis y recuperación en aquellos momentos, con medios técnicos y económicos muy limitados.

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Estado previo

La ejecución de las obras de Restauración de los Lienzos 1 al 7 de la Muralla del Castillo de Aroche (Huelva) se sitúa dentro de un proceso iniciado en primavera de 2001, con el encargo por la Delegación de Cultura de Huelva de una Ficha-diagnóstico sobre el inmueble.

En las primeras visitas al Castillo se planteó la necesidad de acometer obras de emergencia. Antes de que se comenzaran las citadas obras y habiéndose elaborado la primeramente encargada Ficha-diagnóstico, se promovieron por parte de la Delegación de Cultura un conjunto de estudios sobre el edificio apuntados en la citada ficha, que se llevaron a cabo parcialmente antes y durante las obras.

Así, se ejecutó un levantamiento topográfico a cargo de Topografía Huelva S.L. y se realizaron estudios previos de materiales del Castillo en los Laboratorios Vorsevi, S.A.. Un interesante y documentado Estudio Histórico fue elaborado por Dª. Nieves Medina Rosales y D. Antonio Rodríguez Guillen, de cuya trascendencia hablaremos a lo largo de esta memoria, y una Intervención Arqueológica, precisa y esclarecedora, ha estado a cargo de D. Eduardo Romero Bomba y D. Timoteo Rivera Jiménez, que ha formado parte también de la base de partida en la redacción de este proyecto.

Las obras de Emergencia se iniciaron a principio de verano de 2002 y se prolongaron hasta enero de 2003, entregándose oficialmente por la Sra. Delegada de Cultura en Huelva al Ayuntamiento de Aroche el 23 de Febrero de este mismo año, con motivo de lo cual se pronunció una charla multidisciplinar en la Asociación Cultural de la localidad.

La situación general del inmueble era de persistente abandono en las labores de mantenimiento, de ahí que se produjera la ruina parcial de la torre T1 y el riesgo existente de que se repitiera en otras zonas del conjunto.

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Descripción de la intervención

El objetivo del proyecto es conservar y evidenciar la condición del Castillo de Aroche como edificio transfronterizo y transcultural, que debe apreciarse, en lo posible, en la consideración de los vestigios históricos y en la recuperación del conjunto.

Se ha pretendido facilitar, hasta donde es posible, la lectura de imágenes y periodos distintos superpuestos, partiendo del estado de conservación actual y aportando todos aquellos elementos que desde los puntos de vista histórico, arqueológico y arquitectónico, haya sido posible restablecer.

Siendo el objetivo básico de la intervención la restauración concreta de parte de los lienzos y torres del castillo, a los cuales pretendemos dotar de seguridad e imagen coherente tras definir en planta las necesarias demoliciones y nuevas ordenaciones, se ha planteado un análisis inicial liminar individualizado de cada uno de los elementos integrantes, seguido de una coordinación del conjunto y un esfuerzo de síntesis extendido a todo el castillo.

El ámbito de intervención presenta una amplia casuística constructiva y formal, por lo que se han seguido unas pautas sencillas, que se traduzcan en criterios restauratorios coherentes.

Estas pautas, que persiguen el equilibrio entre el respeto por los valores históricos y estéticos de los subconjuntos arquitectónicos, con la consideración de su grado de deterioro y los costos de su consolidación, restauración y conservación, son las siguientes:

Configuraciones constructivas

1.- Las fábricas históricas (antigüedad>100 años) en buenas condiciones o malas, se conservan o restauran.

2.- Las fábricas recientes (antigüedad<100 años) en buenas condiciones estructurales, se conservan salvo perversión de lectura o de imagen (p. e.: graderíos altos sobre murallas), que pueden solucionarse con desmontajes o demoliciones controladas, revestimientos u otros medios de ejecución sencilla y costo razonable.

3.-Fábricas recientes (antigüedad<100 años) en malas condiciones estructurales, cuya misión ha sido la de cubrir lagunas o corregir deterioros de las fábricas históricas, se demuelen y sustituyen por materiales y aparejos ya existentes anteriormente que puedan deducirse por los de fondo y/o adyacentes.

4.- Pensamos que lo más correcto, por expresivo del devenir histórico del castillo, es dejar aparente la superposición de fábricas iniciales y aportadas a posteriori, entonándolas entre sí mediante revestimientos claros uniformes de cal aérea en los repasos de juntas y en enfoscados a raspa terrón de esquineras, rafas y puntos de fábricas de ladrillo, en mamposterías continuas y en los aparejos mixtos, aproximándolas a la tapia desnuda original en cuanto a cromatismo, e incluso, en caso necesario, pasando a revestir con mortero de cal adecuado y armado con malla de fibra de vidrio anclada al soporte, zonas de fábricas recientes que presenten un estado de conservación fiable y no desvirtúen la imagen ni la lectura del castillo salvo por su cromatismo y textura.

Configuraciones formales

5.-Atendiendo a la imagen lejana del conjunto, los recrecidos de los graderíos por encima de la coronación de la muralla se han eliminado, así como la parte de las gradas que de manera puntual entren en contradicción con los paramentos exteriores regenerados del castillo.

6.-La compleción del castillo en altura se ha llevado a la cota más alta documentada.

7.- Al elegir como imagen general única del castillo la del siglo XVII, perderíamos totalmente imágenes históricas documentadas del edificio, en especial su coronación almenada, por lo que, de manera extraordinaria y puntual, se recuperará. (Ver estudio de almenas)

8.- En cuanto a los elementos de la cerca incompletos o procedentes de intervenciones contemporáneas, se ha pretendido, sin necesidad de eliminar las actuaciones recientes estables, indicar con diversos recursos la que debió ser su forma históricamente predominante.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Junta de Andalucía. Consejería de Cultura. Dirección General de Bienes Culturales.
Adjudicatario/s
FREYSSINET, S.A.JOAQUÍN PÉREZ DÍEZ, S.L. ( Obra de emergencia 2003)
Dirección y ejecución
Proyecto: - Maria Luisa Marín Martín. Arquitecto.- Pedro Rodríguez Pérez. Arquitecto.Dirección de obras: - Maria Luisa Marín Martín. Arquitecta.- Pedro Rodríguez Pérez. Arquitecto. - Manuel Hernández Soriano. Arquitecto Técnico.Seguimiento arqueológico: Timoteo Rivera Jiménez
Periodo de ejecución
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Inversión
1.353.958,90 €

Fotografías

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