Cristo de las Siete Palabras. Iglesia de San Vicente Mártir. Sevilla

Información general

Tipología
Escultura
Provincia
Sevilla
Municipio
Sevilla
Autoría
Círculo de Pedro Roldán
Cronología
Siglo XVII
Dimensiones
163 cm
Material
Cedro
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución
 
Colaboradores
Rafael Fernández García (Doctor Arquitecto)
Miguel Ángel Marín Gallardo (Diseñador Gráfico)

Bibliografía relacionada

<p>Hernández Díaz, J.: "Crucificados medievales sevillanos. Notas para su catalogación", en VV.AA., Homenaje al Dr. Muro Orejón, Sevilla, 1979<br />Pleguezuelo Hernández, A.: "Crucificados sevillanos del círculo de Pedro Millán", Archivo Hispalense, n.º 196, Sevilla, 1981</p>

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Datos históricos

La imagen del Cristo de las Siete Palabras procede originariamente de la iglesia del convento de San Francisco de Paula de Sevilla, hoy desaparecido. En 1868 fue cedida en calidad de depósito a unos particulares para un oratorio privado y en 1881, por un decreto del Arzobispado, pasó, también en calidad de depósito, a ser titular de la Hermandad de las Siete Palabras. Ha sido atribuida al taller de Pedro Roldán, aunque hasta hace unos años se tenía por obra de Jerónimo Hernández.

Se conocen dos restauraciones anteriores a la que nos ocupa. La primera fue realizada por Emilio Pizarro de la Cruz, quién en 1881 rehízo el sudario y dotó a la imagen de una nueva cruz arbórea, y la segunda por Manuel Escamilla Cabeza en 1975.

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Estado previo

El principal problema que se detectó en la escultura fue el de unas grietas en las uniones de la cabeza y brazos con el tronco. Posteriormente, la realización de radiografías confirmó el estado precario y delicado de los ensambles y la presencia interna de numerosos elementos metálicos con efectos negativos para la conservación de la obra. También se comprobó que la manera en que la imagen se sujetaba a la cruz no era la adecuada, ya que el peso recaía sobre la débil masa de madera que constituye la tapa posterior que cubre el hueco interno del tronco. En este lugar existía una placa de hierro en forma de cola de milano en la que roscaba un perno tras atravesar el grueso de la cruz.

La encarnación presentaba, en general, un buen estado, aunque no era la original. En ella se observaban algunas pérdidas, levantamientos puntuales, repintes -especialmente en las manos- y acumulaciones de suciedad y barnices oxidados que oscurecían el reverso de la imagen, en contraste con la zona del anverso.

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Descripción de la intervención

Una vez protegida la policromía en las zonas colindantes a los ensambles, se procedió a la separación de piezas -cabeza, brazos y tapa posterior del tórax- reblandeciendo los adhesivos e insertando cuñas. Todos los elementos metálicos aparecidos se eliminaron y se sustituyeron por espigas de madera de haya. En vista de que el sistema de sujeción a la cruz perjudicaba la conservación de la imagen, se realizó uno nuevo en acero inoxidable consistente en un tubo con rosca interior soldado a un disco, el cual se embutió en el plano inferior sobre el que descansa la tapa. También se aumentó la superficie de unión de la tapa al tronco añadiendo dos piezas de madera dispuestas a lo ancho ensambladas por sus extremos a los bordes del hueco interior del tronco. La zona que alojaba el antiguo anclaje se reconstruyó, al igual que una falange desaparecida de la mano derecha, y la unión de las dos piezas que forman la tapa se reforzó con toledanas.

En la cabeza se fijaron unos tubos cuadrangulares para introducir las potencias, con la idea de evitar el continuo agrandamiento de los orificios donde se insertaban. Otra operación fue la sustitución de las pestañas postizas, añadidas en tiempos relativamente recientes, por otras que, a diferencia de las anteriores, no desvirtúan la expresión del rostro.

En lo que a la policromía se refiere, se fijaron las zonas levantadas, se eliminaron los repintes y la suciedad y se estucaron y reintegraron cromáticamente las pequeñas lagunas producidas por la separación de piezas. Como protección se dio una capa muy ligera de barniz. La encarnación primitiva se ha dejado visible en dos catas practicadas en el pie izquierdo, conservadas como testigos.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura y Medio Ambiente
Dirección y ejecución
Enrique Gutiérrez Carrasquilla
Periodo de ejecución
-
Inversión
9.903,48 euros
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