Santa María Madre de la Iglesia. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora. Baeza, Jaén

Información general

Tipología
Escultura
Provincia
Jaén
Municipio
Baeza
Autoría
Anónimo
Situación Legal
a iglesia está declarada Bien de Interés Cultural por disposición de 3 de junio de 1931 (GACETA del 4 de junio de 1931)
Cronología
XVI
Dimensiones
150 x 40 x 30 cm (Virgen); 45 x 20 x 14 cm (Niño); 12 x 49,5 x 42 cm (peana)
Material
Pino
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución

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Datos históricos

La imagen de Santa María Madre de la Iglesia está situada sobre una columna de piedra, a los pies del altar mayor de la catedral de Baeza. Anteriormente se ubicaba en el retablo del trascoro, hoy desaparecido. A partir de los años cincuenta, con motivo de las obras de rehabilitación del templo, fue trasladada en varias ocasiones, hasta que en 1980 se coloca en su actual emplazamiento.

La escultura sigue el modelo iconográfico de las Vírgenes de Belén o de ternura, en el que María aparece representada con el Niño en brazos en actitud maternal. En el Renacimiento el tema se va humanizando y progresivamente va adquiriendo un mayor naturalismo. En esta obra de Santa María Madre de la Iglesia, la comunicación entre madre e hijo se establece sutilmente a través de las miradas y del delicado juego con las manos. El grupo es una buena escultura de taller ejecutada con una técnica correcta, aunque los estofados son de mediana calidad.

Elementos añadidos son el rótulo metálico de la peana, que ha sido colocado en fecha reciente, y la corona de la Virgen. Un hecho curioso es que el artista solo talló cuatro dedos en cada uno de los pies del Niño.

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Estado previo

En la obra se advertían intervenciones de restauración anteriores en la película pictórica: un repinte generalizado en la mano derecha de la Virgen, otros, muy burdos, que cubrían una grieta en su frente y cuello, y repintes parciales en las manos del Niño y en el manto de la Virgen.

Un fuerte ataque de xilófagos había ocasionado grandes pérdidas de madera, especialmente en el hombro izquierdo y salientes de los pliegues dorsales del manto de la Virgen. En el momento de examinar la obra, tras haber sido ésta sometida a aplicaciones periódicas de insecticida, se encontraban inactivos. Otra considerable pérdida de madera se había producido en la cara interna del pliegue del manto.

Repartidas por toda la escultura existían numerosas fisuras, aberturas y grietas; la más importante atravesaba la imagen desde la peana hasta el cuello. Se observaban agujeros y algunos elementos metálicos en la peana, de fijar la imagen, y en las cabezas de la Virgen y del Niño, de sujetar algún tipo de corona. También presentaba acumulaciones de polvo, excrementos de aves y nidos de insectos, desgastes y pérdidas de policromía. En la frente de la Virgen se localizaba un arrugamiento de la capa de color producido por un foco de calor.

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Descripción de la intervención

Tras una limpieza superficial y una fijación de la policromía, se desinsectó y consolidó la madera mediante inyección en los orificios de los xilófagos y con brocha en las zonas no policromadas.

En la peana se desensamblaron las tablas inferiores extrayendo los clavos de forja que las fijaban. Se limpió el interior, que contenía gran cantidad de suciedad, polvo y astillas. Los fragmentos de madera sueltos se encolaron y se taparon las grietas, aberturas y agujeros con polvo de madera, madera de balsa y espigas respectivamente. Las tablas se volvieron a ensamblar con espigas de madera y cola, aprovechando los agujeros dejados por los clavos. Se separaron las molduras sueltas, se limpiaron de restos de cola antigua y se encolaron nuevamente. También se confeccionaron tres molduras, que ocupan el lugar de otras tantas desaparecidas.

En la imagen se encolaron el resto de los ensambles abiertos y se rellenaron las grietas, agujeros y aberturas con polvo de madera o madera de balsa. Se eliminaron la mayoría de los elementos metálicos y se repusieron las faltas de madera utilizando madera de balsa tratada y fijada a unión viva.

Los repintes de los estofados se retiraron con disolventes y los de las carnaciones, de forma mecánica. El aceite aglutinante de los repintes, que había penetrado en la policromía original, dejó ésta teñida con un tono amarillento.

Antes de estucar se aplicó una capa de barniz y, en las lagunas de preparación, una mezcla de cola de conejo y piedra pómez en polvo para mejorar la adhesión. El estrato se repuso únicamente en aquellas faltas en las que quedaban restos del mismo y en las que rompían la visión estética del conjunto. Concluidas estas operaciones, se barnizó de nuevo la obra y se reintegró el color de las partes estucadas con acuarelas y mediante rayado. En las zonas de las carnaciones que habían estado repintadas se realizó un rayado directamente sobre el original para entonarlas. Finalmente se dio un barniz mate como protección.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
Adjudicatario/s
Ecroa
Periodo de ejecución
-
Inversión
12.020,24 euros
Financia
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
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