Información general
Juan de Remesal
La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución
Datos históricos
La imagen de San Pedro de la Zarza presidía antiguamente la ermita del mismo nombre, más conocida como de San Mamés, en Aroche, hasta que en el siglo XX fue trasladada a la iglesia parroquial. Es obra de Juan de Remesal, discípulo de Martínez Montañés, documentada y datada en 1633-1635. Según consta en el Archivo de Protocolos Notariales de Sevilla, fue mandada hacer por el capitán Bartolomé Pérez Boca, quien pagó por ella mil doscientos reales.
En el curso de la restauración se recuperó la policromía original, que asomaba por algunas zonas de la capa pluvial bajo otra realizada en 1772 por Juan de Armida.
Estado previo
La figura estaba levemente atacada por insectos xilófagos -algo más por su parte inferior- y presentaba pérdidas de pequeños fragmentos, así como de los dedos centrales de la mano izquierda. El movimiento de la madera había hecho saltar la capa pictórica y de preparación y había producido una fuerte pérdida de adhesión entre la preparación y la madera, grietas y cuarteados por toda la superficie. El problema más preocupante era la pérdida de unión entre las piezas, que se hallaban alabeadas y sueltas. A fin de mantenerlas unidas, la imagen se había rodeado con un alambre que dañaba la policromía. Ésta aparecía en general mal adherida y desprendida. Al realizar una serie de catas, se comprobó que bajo la policromía del XVIII permanecía en aceptable estado la original, enturbiada por una película superficial de barniz torcido.
Descripción de la intervención
Tras efectuar una limpieza superficial y una fijación preventiva de la policromía, se desmontaron todas las piezas que se encontraban sueltas. Hecha una valoración de la calidad y extensión de las dos policromías superpuestas, se decidió eliminar la del XVIII y recuperar la original. Para ello se acometió una limpieza prácticamente en seco a punta de bisturí, humedeciendo levemente con torundas de algodón. Las encarnaciones, repintadas directamente sobre la pintura original, sin capa de preparación intermedia, hubieron de ser retiradas con ayuda de disolventes. Después se realizó una nueva limpieza, que consistió en eliminar con disolventes el barniz torcido y la suciedad adherida.
La policromía fue fijada y consolidada. Se limpiaron los ensambles de cola, se sanearon las zonas deshechas por quemaduras y posteriormente se procedió a realizar un tratamiento de desinsectación preventiva y de consolidación de la madera.
Las piezas se volvieron a ensamblar utilizando espigas de madera de haya. El hueco posterior de la imagen se cerró con una tapa de madera de castaño para protegerla de agresiones externas y acumulaciones de polvo. Los dedos de la mano izquierda se reconstruyeron con espigas y se modelaron con pasta de madera. Para las pérdidas de un tamaño considerable, como las de la esquina del cojín y el brazo del sillón, se utilizaron injertos de madera de balsa. Los detalles, así como el resto de las pérdidas, grietas, fisuras y orificios de xilófagos, se rellenaron con pasta de madera.
Las pérdidas de policromía, que suponían un 35% de la superficie de la talla, se estucaron y seguidamente se reintegraron cromáticamente con rayado de acuarela y oro fino en pastillas, retocando con pigmentos al barniz. Finalmente se aplicó una capa de protección.
Ficha técnica y planimetría
Fotografías
