Retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Luque (Córdoba)

Información general

Tipología
Retablo
Provincia
Córdoba
Municipio
Luque
Autoría

Acisclo Manuel Muñoz
Manuel de Miranda (esculturas)
Atanasio Tribaldos (esculturas)
Pedro Félix Vázquez (dorado y estofado)
Agustín Roldán (tabernáculo)
José Jiménez (dorado del tabernáculo)

Situación Legal
La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural por disposición de 2 de abril de 1976 (BOE del 6 de mayo de 1976)
Cronología
1678
Dimensiones
12,37 x 8,42 m
Material
Pino
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución
 

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Datos históricos

El retablo mayor de la Asunción de Luque es uno de los primeros en la provincia de Córdoba que emplea la columna salomónica como soporte principal. Descansa sobre un zócalo de piedra caliza y está formado por un banco y dos cuerpos divididos en tres calles. La central está ocupada por un arco que cobija un templete donde se sitúan una pequeña imagen de la Virgen de la Asunción y el tabernáculo o manifestador, obra del artista granadino Agustín Roldán añadida en 1769; los intercolumnios de ambos lados se ocupan con hornacinas con las imágenes de San Bartolomé y Santiago. En el segundo cuerpo se desarrolla la escena del Calvario. En el momento de iniciarse la restauración, el Crucificado se veneraba en una capilla de la iglesia; permanecían en el retablo la cruz de madera y las representaciones de San Juan y la Virgen, en óleo sobre lienzo. Las calles laterales de este cuerpo superior la ocupan hornacinas con las imágenes de San Pedro y San Pablo. Corona el retablo un relieve del Padre Eterno.


Acisclo Manuel Muñoz contrató la traza y construcción de este retablo en 1678; el contrato para la realización de las esculturas se formalizó con Manuel de Miranda en 1683, que incumplió lo convenido: tallar diez imágenes y entregarlas en el plazo de cuatro años. Aunque en la documentación conservada no consta las que ejecutó, algunas esculturas estaban ya colocadas en el retablo cuando se encargó en 1705 al escultor Atanasio Tribaldos la Virgen, Santiago, San Bartolomé y los dos ángeles que adornan el cuerpo bajo.


La restauración de este retablo despejó algunas dudas, como es su fecha de terminación. Se descubrió, junto con otras leyendas que aportan detalles de las vicisitudes que rodearon este trabajo, una donde se puede leer: “año de 1685 se acabo este retablo en el mes de maio en 23".

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Estado previo

El retablo presentaba principalmente problemas de estabilidad. El mal estado de las vigas de anclaje al muro y el desprendimiento de una de ellas provocaron un mayor peso sobre el arco, su posterior rotura y el vencimiento del entablamento. Todo ello originó roturas y desajustes de ensambles, desviación de las columnas del primer cuerpo hacia adelante, desviación de las del segundo cuerpo hacia atrás, desprendimientos de piezas, muchas de las cuales se encontraban en el suelo de la hornacina central del primer cuerpo, y pérdidas de elementos ornamentales.


Otros daños que se observaban eran los derivados del ataque de xilófagos, pérdidas generalizadas de preparación y dorado, oxidación de elementos metálicos y barnices, además de acumulación de polvo y excrementos de animales.


Por otra parte las limpiezas excesivas y los arreglos realizados con alambres habían contribuido a acelerar aún más el proceso de degradación en que se hallaba el retablo.

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Descripción de la intervención

Previamente a la redacción del proyecto y a la intervención de restauración, se protegió todo el retablo con una red ante el peligro de caída de piezas.


Los trabajos comenzaron con la consolidación de elementos y la fijación de dorados y policromías mediante colas sintéticas en disolvente orgánico, que se consideraron las más idóneas ante el mal estado de conservación de los dorados. Debido al problema de estabilidad que presentaba el retablo y ante la necesidad de actuar sobre la totalidad del mismo, fue necesario su desmontaje. Tras éste, se llevó a cabo la limpieza y aplicación de un tratamiento de desinsectación.


A continuación se procedió a la consolidación material y estructural, mediante tornillería inoxidable, espigas de madera, encolado y refuerzos. Se repusieron las piezas caídas y localizadas, se reintegraron las lagunas y se aplicó una capa de protección.


El retablo se aisló del zócalo de piedra sobre el que descansa con una capa de pintura plástica. Se eligió este material para no aumentar la base de nivel y de este modo evitar el desajuste de las piezas superiores. Las vigas de sujeción al muro se sustituyeron por otras de madera de pino de Flandes curada. El anclaje de estas vigas se realizó con cajas metálicas y se reforzó con tirantes de acero inoxidable unidos al muro mediante tacos de expansión.


Finalmente se entelaron los lienzos del Calvario y se montaron en bastidores. Se restauró el Crucificado y se devolvió a su ubicación original (sobre la cruz y junto a los lienzos).

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura y Medio Ambiente
Adjudicatario/s
Enrique Gutiérrez Carrasquilla (proyecto)
Construcciones Arcode (obra de emergencia)
Arte y Ciencia (restauración)
Dirección y ejecución
Construcciones Arcode (obra de emergencia); Arte y Ciencia (restauración)
Periodo de ejecución
-
Inversión
188.864,36 euros
Financia
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura y Medio Ambiente
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Fotografías

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