Retablos de la capilla del Cristo de la Misericordia de la Iglesia de San José. Granada

Información general

Tipología
Retablo
Provincia
Granada
Municipio
Granada
Autoría

Atribuido a Pedro de Cristo (retablo de San Bartolomé)

Atribuido a Juan Ramírez  (retablo de la Virgen con el Niño)

Situación Legal
La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural por disposición de 3 de junio de 1931 (GACETA del 4 de junio de 1931)
Cronología
Primer tercio del siglo XVI (retablo de San Bartolomé); después de 1520 (retablo de la Virgen con el Niño)
Dimensiones
3,34 x 2,16 x 0,28 m (retablo de San Bartolomé); 3,20 x 2,83 m (retablo de la Virgen con el Niño)
Material
Castaño (retablo de San Bartolomé)
Pino (retablo de la Virgen con el Niño)
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución

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Datos históricos

A ambos lados de la imagen del Cristo de la Misericordia, en la capilla fundada por el doctor Alonso Núñez de Salazar en la Iglesia de San José, se encuentran dos retablos, uno frente a otro, de distinta cronología y estilo. No debe ser este su emplazamiento original, según se deduce de las modificaciones que se aprecian tanto en sus trazas como en las proporciones de algunas tablas que forman parte de ellos.


El retablo de San Bartolomé, retablo gótico que se aloja en el interior de una hornacina, es único en sus características en Granada. Se atribuye al pintor Pedro de Cristo, que trabajó en Granada entre 1507 y 1532, y que pudiera ser descendiente de la familia del pintor flamenco Petrus Christus I. Componen el retablo las tablas de la Asunción, la Crucifixión, la Flagelación, el Nacimiento de la Virgen con Santa Catalina mártir, el Martirio de San Bartolomé, la Quinta Angustia, la Visitación y San Bartolomé predicando tras su martirio. La calle central estaba presidida por una imagen, hoy desaparecida, de San Bartolomé. En los laterales se pueden apreciar tras la restauración dos tondos con las escenas de la Resurrección y la Misa de San Gregorio.


En cuanto al retablo plateresco de la Virgen con el Niño, son varias las opiniones sobre su autoría. La más generalizada es la que lo atribuye a Juan Ramírez o a su círculo. Juan Ramírez, vinculado estilísticamente a la escuela cordobesa, trabajó en Granada desde 1520 hasta bien entrado el siglo. Esta obra inicia en Granada, junto a las de Machuca, la pintura rafaelista; de ahí que otros historiadores lo atribuyan al círculo de este pintor o al Maestro del Pulgar. En las tablas se representan los siguientes temas: la Virgen con el Niño, el Calvario, Jesús con la cruz a cuestas, San Miguel Arcángel, la Piedad, y las Santas Catalina y Bárbara.

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Estado previo

El retablo gótico debía de ser originalmente de mayores proporciones; de ahí las mutilaciones sufridas por las tablas en sus extremos. Éstas habían perdido algunos de sus travesaños, realizados sobre rebajes, sin embargo conservaban íntegra su superficie pintada. Un caso particular era el del cuadro de la Quinta Angustia, cuyos travesaños habían sido modernamente claveteados a través de la policromía.


Antes de la restauración, los distintos elementos que componen el retablo se encontraban atornillados a unos largueros de madera de pino, relativamente recientes, sujetos por cuatro alcayatas a la pared de fondo de la hornacina. La superficie del guardapolvo aparecía totalmente repintada con purpurina y otros elementos de la arquitectura del retablo se encontraban también repintados de blanco, marrón o azul. En lo que respecta a las tablas, la preparación, ejecutada sobre un lienzo de lino adherido al anverso, se encontraba en perfecto estado; solo se apreciaban algunas pérdidas de los estratos superficiales coincidiendo con líneas de ensamble y con los orificios de tornillos y clavos. El cromatismo de las pinturas quedaba enmascarado por la suciedad y el barniz oxidado.


El retablo plateresco presentaba graves problemas de estabilidad en su estructura. Ésta consistía en dos travesaños horizontales fijados al paramento, sobre los que estaban clavadas las tablas centrales; las calles laterales, en las que tablas y pilastras estaban clavadas entre sí formando una sola pieza, se sujetaban precariamente al muro con sendas alcayatas. Los daños más significativos en la arquitectura del retablo eran el desensamblaje del medio punto y la presencia de múltiples orificios y fracturas. En el reverso se registró la pérdida de algunos barrotes y colas de milano con que se reforzaban las uniones de las tablas. Tanto en los dorados como en las pinturas había pérdidas y amplias zonas repintadas. En el caso de las tablas se extendían a lo largo de todas las líneas de unión, en torno a los orificios de los clavos usados para su montaje y en otras zonas afectadas por la humedad, dejando ver un entelado de lino sobre el que estaba realizada la preparación de estuco.


En el reverso de la tabla de la Piedad se localizó la leyenda “se restauró” junto con la fecha “8-10-40" a lápiz. Fruto de esta intervención era la convivencia de zonas de acumulación de suciedad con otras con el estrato pictórico barrido. Las numerosas pérdidas de preparación se habían pretendido ocultar con una fina pintura oleosa aplicada directamente sobre la tela, salvo en la tabla de la Virgen con el Niño, donde la reintegración de las lagunas se había realizado con cera. Ésta, incompatible con los materiales originales, produjo cazoletas; además la reintegración cromática realizada sobre ella presentaba tonos opacos que contrastaban vivamente con el original.

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Descripción de la intervención

El retablo gótico fue desmontado tras una limpieza superficial y una fijación de los estratos con peligro de desprendimiento. Se limpiaron los reversos, se fijó la policromía y se aplicó a la madera un tratamiento insecticida y otro de consolidación mediante impregnaciones por el reverso. Tanto en las tablas como en las piezas que componen el arco del guardapolvo se rellenaron o enchuletaron las uniones abiertas, ya estabilizadas. En la tabla de la Quinta Angustia además hubo que desmontar los barrotes; se fijaron con espigas de madera encoladas y el superior, algo desplazado, se colocó en su lugar original.


El aspecto más destacado de la intervención en el retablo gótico fue la limpieza y, concretamente, la eliminación de los repintes. Así, en la tabla inferior central, que serviría de fondo para la imagen de San Bartolomé, se recuperó un fino trabajo con punzón sobre corla que estaba oculto bajo una pintura de imitación de mármol. Bajo la capa de purpurina del guardapolvo aparecieron, también sobre corla, motivos decorativos de candelieri y dos tondos. Igualmente se recuperó el dorado primitivo de las pilastras, de los doseletes y de la pieza inferior del banco, así como el azul original de las piezas de remate de las calles laterales. Para las reintegraciones de color se usó un rayado de acuarela y pigmentos al barniz, y en los dorados, pan de oro velado.


Una vez protegida toda la superficie, se realizó el montaje del retablo sobre una estructura nueva de acero inoxidable. Ésta consta de tres hojas abatibles, una por calle, para hacer fácilmente accesible por el reverso todos los elementos del retablo, que se sujetan individualmente mediante piezas regulables que permiten el movimiento de la madera. Esta solución permite la aplicación de tratamientos periódicos por el reverso y el desmontaje parcial de piezas en los casos que se requiera.


El retablo plateresco también fue desmontado después de hacer una limpieza del polvo y fijar los estratos mal adheridos con riesgo inminente de caída. Se limpió el reverso, se fijó la policromía, se desinsectó la madera y se consolidó. Se repusieron las colas de milano y los travesaños perdidos y se volvieron a ensamblar las piezas que formaban el medio punto de remate del retablo. También se repusieron algunos fragmentos de moldura y decoración escultórica y se sellaron numerosos orificios, especialmente en el perímetro de las tablas. Debido al irregular aspecto de la película pictórica hubo que aplicar distintos disolventes y métodos de limpieza según la zona a tratar. Se estucaron y reintegraron las lagunas mediante un rayado de acuarela y pigmentos al barniz; esta reintegración también se empleó para matizar y solucionar el barrido de color. En los dorados se aplicó una tinta neutra. Finalmente se protegieron dorados y policromías. El sistema de montaje fue similar al empleado en el retablo anterior.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
Adjudicatario/s
Tratamientos de Conservación y Restauración
Dirección y ejecución
Tratamientos de Conservación y Restauración
Periodo de ejecución
-
Inversión
69.657.30 euros
Financia
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
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Fotografías

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