Retablo de Santa Bárbara de la Catedral de la Encarnación. Málaga

Información general

Tipología
Retablo
Provincia
Málaga
Municipio
Málaga
Autoría

Nicolás Tiller (arquitectura)
Jacome de Lobeo (policromía)
Francisco de Ledesma (pinturas)

Situación Legal
 La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural por disposición de 5 de junio de 1931 (GACETA del 4 de junio de 1931)
Cronología
1524
Dimensiones
8,62 x 4,50 x 0,45 m
Material
Cedro
Pino (estructura)
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución

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Datos históricos

El retablo de Santa Bárbara es el único conservado de los que estuvieron en la primitiva mezquita consagrada como catedral tras la reconquista cristiana de Málaga. En la segunda mitad del siglo XVI fue trasladado al nuevo templo renacentista, donde hoy se conserva.


Según consta en los contratos, en 1524, el canónigo Francisco del Pozo encargó al imaginero Nicolás Tiller la realización de la arquitectura y las esculturas de este retablo; a Jacome de Lobeo, la policromía y a Francisco de Ledesma, las pinturas.


El retablo se compone de un sotabanco, un banco, dos cuerpos divididos por pilares en tres calles y guardapolvos. En la actualidad se sitúan en el sotabanco seis pequeñas tablas con escenas paisajísticas. En el banco, distribuidas en hornacinas de forma fortuita (posiblemente no fuera su colocación primitiva), se disponen las imágenes de los Padres de la Iglesia y de los Evangelistas, salvo San Juan, cuya hornacina aparece vacía. Sobre el altar se ubica una tabla que representa la Misa de San Gregorio. El primer cuerpo lo ocupan las esculturas de Santa Bárbara, titular del retablo, entre San Roque y el grupo de Santa Ana, la Virgen y el Niño; el segundo, el grupo del Calvario, entre Santa Lucía y Santa Apolonia.


El resto de las pinturas, óleos sobre tabla, se encuentran en el guardapolvo y van emparejadas, de modo que la representación que se halla en el ala izquierda completa su significación con la correspondiente del ala derecha: la Virgen y el Arcángel San Gabriel, los Santos fundadores Francisco de Asís y Domingo de Guzmán, los médicos hermanos San Cosme y San Damián, y los patronos de Málaga, los Santos mártires Ciriaco y Paula.


El programa iconográfico nos ha llegado con una serie de alteraciones. Según el contrato, el retablo albergaría en los pilares doce pequeñas esculturas de los apóstoles, que actualmente no se conservan. También ha desaparecido la imagen de San Juan Evangelista; el grupo de Santa Ana, la Virgen y el Niño sustituyó en una fecha indeterminada a una escultura de San Sebastián; la imagen de Santa Bárbara que preside el retablo no es la original, sino una réplica rigurosa de la antigua, que se encontraba muy deteriorada, realizada por Fernando Ortiz en la segunda mitad del siglo XVIII. Probablemente en esta época se colocaron en el retablo el conjunto de pinturas de temas paisajísticos y entre 1894 y 1924 se situó en el lugar que corresponde al sagrario la tabla de la Misa de San Gregorio, obra de Fernando de Coca, que procedía de otro retablo, desaparecido, que también ejecutó Nicolás Tiller. Esta tabla fue restaurada en la década de los sesenta del presente siglo por Juan Sánchez de Cristo, según consta en una inscripción a lápiz, que le colocó un sistema de embarrotado. Por otro lado, en la segunda mitad del siglo XVIII un paño de azulejos sevillanos que revestía la mesa de altar fue sustituido en su parte frontal por una placa de mármol.


Los elementos arquitectónicos del retablo de Santa Bárbara responden a una morfología claramente gótica, con empleo de pilares fasciculados, pináculos y doseles. La arquitectura y las esculturas están realizadas en madera de cedro y los dorados son al agua sobre bol rojo. En los fondos de las hornacinas y en las vestiduras de las imágenes se pueden apreciar primorosas ornamentaciones con todo un repertorio de técnicas de policromía: estofados, cincelados, corladuras y brocados aplicados.

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Estado previo

En 1990 se realizó un proyecto de restauración que estudió y evaluó el estado de conservación del retablo. Se pudo comprobar que su estructura presentaba una gran solidez y que, en gran medida, el deterioro se debía al polvo depositado por toda la superficie y a la gran acumulación de tierra y cascotes en la zona posterior e interior del retablo.


Los daños más significativos se localizaban en la película pictórica. Una gruesa capa oscura producida por el humo de las velas, la suciedad y los barnices oxidados cubría la totalidad de la superficie y alcanzaba espesores de hasta casi un centímetro en la zona inferior del retablo. Las tablas del sotabanco estaban muy salpicadas por goterones de cera que apenas dejaban ver los motivos pintados. Existían múltiples repintes, especialmente en las vestiduras de las esculturas, realizados con temple al huevo y barnizados con clara de huevo, materiales muy difíciles de eliminar. En los dorados y policromías se apreciaban desprendimientos y pérdidas puntuales.


También se advertían grietas y pérdidas en numerosas piezas, algunas de gran tamaño. Muchas estaban sueltas; algunas de ellas, a punto de desprenderse, habían sido atadas toscamente con cuerdas y alambres.


La madera mostraba un ataque generalizado de insectos xilófagos, especialmente carcoma. Este ataque era superficial, salvo en la imagen de Cristo y las esculturas de los santos del banco, por lo que no había afectado a la estabilidad del retablo.

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Descripción de la intervención

Algunas piezas del retablo se desmontaron para su restauración: todas las esculturas, las tablas del sotabanco, la tabla de la Misa de San Gregorio, el marco de la hornacina de Santa Bárbara y diversos elementos que se encontraban sueltos.


Como primera medida fue preciso eliminar los depósitos de polvo, tierra, cera, etc. El trabajo de mayor envergadura fue la eliminación de los repintes, como consecuencia de la insolubilidad de los materiales empleados. Se realizaron tratamientos individualizados para cada elemento mediante disolventes en diferentes mezclas y proporciones, y con ayuda de procedimientos mecánicos. En el caso de las encarnaciones de las esculturas se optó por mantener el repinte, ya que se encontraban muy completas y perfectamente realizadas. Tampoco se eliminaron los repintes de la Misa de San Gregorio porque tenía un gran porcentaje de pérdidas de veladuras. Lo mismo ocurría con el fondo azul del Calvario, donde la capa original estaba muy perdida.


El proceso de consolidación y desinsectación de la madera se hizo mediante la inyección de los productos -resina acrílica en disolvente nitrocelulósico y desinsectante a base de diclofluamida con permetrina- en cada uno de los múltiples orificios realizados por la carcoma, sobre todo en las esculturas. Posteriormente se rellenó cada uno de ellos con pasta sintética. Así mismo se fijaron las piezas sueltas encolándolas con PVA y reforzándolas con espigas de madera. Se enchuletaron las grietas de mayor tamaño; las más pequeñas se sellaron con pasta sintética. También se fijó y asentó la policromía.


Donde se rompía la armonía del conjunto o era necesario por motivos estructurales, se repusieron las faltas con madera de cedro y se reintegraron de color por medio del dorado al agua con oro fino sobre bol rojo y un estarcido con pigmentos al barniz.


En las faltas de policromía se siguió el mismo criterio: se reintegraron únicamente en los sitios donde perturbaba la visión del retablo. En las lagunas de mayor tamaño se empleó la técnica del punteado. Las faltas que no se estucaron fueron entonadas con veladuras de acuarela y después fijadas.


Por último se aplicó una capa fina de protección.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
Adjudicatario/s
Arte y Ciencia (proyecto)
Ágora (restauración)
Dirección y ejecución
Ágora
Periodo de ejecución
-
Inversión
85.274,38 euros
Financia
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
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