Retablo mayor de la iglesia de San Miguel. Cumbres Mayores (Huelva)

Información general

Tipología
Retablo
Provincia
Huelva
Municipio
Cumbres Mayores
Autoría

Atribuido a José García

Situación Legal
La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural por disposición de 13 de octubre de 2010 (BOJA n.º 218 del 9 de noviembre de 2010)
Cronología
1719 - 1725
Dimensiones
10 x 13 m
Material
Pino
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución

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Datos históricos

El retablo mayor de la iglesia de San Miguel es uno de los más destacados del primer cuarto del siglo XVIII en la provincia de Huelva. Según documentación del Archivo Parroquial, fue costeado por el capitán Don Juan Gómez Márquez, natural de Cumbres Mayores y vecino de Oaxaca (México), el cual abonó la cantidad de catorce mil reales para su ejecución. Diversos investigadores han apuntado la posibilidad de que fuese tallado en Llerena (Badajoz). Dicha hipótesis se basa en las noticias relacionadas con los viajes que a esta población hicieron representantes de la parroquia para formalizar las escrituras de construcción del retablo.

Tejada y Pleguezuelo atribuyen su autoría al escultor y entallador José García, cuya única obra documentada, el retablo mayor de la iglesia de Valencia del Ventoso, guarda una gran afinidad estilística y estructural con el retablo que nos ocupa. Por otra parte, este artista se encontraría en Cumbres Mayores en los años de ejecución del retablo, ya que en 1722 se le pagan los trabajos de ornamentación realizados para el que presidía la desaparecida ermita de la Concepción en esta misma ciudad.


El retablo de San Miguel, que sustituyó a otro de pequeñas dimensiones, se organiza en forma de arcosolio, adaptándose al arco abocinado que remata el muro central de la capilla mayor. Se compone de un sotabanco, banco, un solo cuerpo compartimentado en tres calles y un ático semicircular, que repite la misma división en calles. Dos puertas adinteladas sirven de acceso a la estructura interna del retablo. En el primer cuerpo, las hornacinas de las calles laterales albergan las esculturas de San Pedro y San Juan Bautista, datables en la misma fecha que el retablo y probablemente realizadas por el mismo artista. La calle central está ocupada por un gran arco de medio punto, en cuyo interior se sitúan las hornacinas que contienen las imágenes de la Virgen de la Tórtola, de la segunda mitad del siglo XVI, y del Santo Titular, de finales del siglo XVII o principios del XVIII. En el ático aparece el calvario tradicional bajo la mirada de Dios Padre, situado en la clave. El San Juan, contemporáneo al retablo, posiblemente es obra de José García; las esculturas del Crucificado y la Virgen, procedentes del primitivo retablo, habría que fecharlas en torno a los años finales del siglo XV o principios del XVI.
 

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Estado previo

El estado de conservación general del retablo era pésimo. Había peligro de desplome tanto de los relieves y esculturas como de la estructura arquitectónica. Las causas eran múltiples: ausencia o pérdida de función de algunos anclajes al muro, disgregación de morteros por la acción de las humedades de capilaridad, disgregación de la madera por el ataque de insectos xilófagos, desencolado de las uniones de los ensambles y movimientos a nivel de piezas estructurales que habían provocado desplazamientos. A ello hay que unir la deficiente técnica de ejecución con la que fue realizado el retablo.


Existían también daños producidos por antiguas intervenciones: materiales añadidos (cáncamos, cuerdas y puntas para evitar la caída de algún elemento decorativo, alambres, instalación eléctrica, cortina, etc.) y limpiezas excesivas que habían ocasionado la abrasión de la superficie del oro, sobre todo en las áreas bajas del retablo. Posteriormente se ocultaron estos deterioros con capas de purpurina.


Otras patologías que se observaban eran fuertes depósitos de cera, suciedad y excrementos de murciélagos, ratas y ratones.

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Descripción de la intervención

Los trabajos se realizaron de acuerdo con un proyecto de restauración encargado por la Consejería de Cultura en 1993, el cual contemplaba actuaciones en el muro de la parte trasera del retablo, en el frontal de plata, así como en la estructura y conjunto escultórico.


Los trabajos comenzaron por el reverso del retablo. Se realizó una limpieza superficial y se consolidó la madera con una resina acrílica disuelta en disolvente orgánico. A continuación se procedió a la consolidación de la estructura, que comprendió una serie de tareas: colocación preventiva de tensores para sujetar el cuerpo superior y evitar un mayor desplazamiento del mismo hacia afuera; eliminación de clavos, hierros y pletinas antiguas oxidadas; embarrotado de refuerzo de los distintos paneles; y finalmente, la colocación de nuevos travesaños y de un nuevo sistema de anclaje al muro mediante la inserción de tres pletinas metálicas. También se sustituyó la escalera original de madera que descansaba sobre el retablo, en estado muy precario y con numerosas reparaciones, por otra metálica insertada en el muro y se aplicó un tratamiento insecticida por impregnación e inyección en toda la superficie posterior del retablo, tanto en la madera original como en la nueva. El tratamiento efectuado en el muro consistió en la limpieza de capas de cal, fijación de los morteros, eliminación y reposición de los repellados modernos y reposición de peldaños de la escalera de fábrica de ladrillo.


En el anverso y tras la limpieza superficial y química y la eliminación de la instalación eléctrica, herrajes, clavos, etc., se procedió al sentado de dorados y policromías. Las operaciones en la arquitectura del retablo fueron las siguientes: ensamble de piezas; reposición de maderas para restablecer líneas generales del retablo y para ocultar huecos; enchuletado de grietas; y consolidación de la hornacina central, incluido su desmontaje y nuevo montaje con la reposición de parte de la estructura perdida. Posteriormente, y con el fin de conseguir una visión óptima del conjunto, se llevó a cabo el estucado y la reintegración cromática. A las reposiciones de madera se les dio bol ocre o se dejaron sin estucar, según los casos. Por último se aplicó en toda la superficie una capa protectora.


La intervención finalizó con el tratamiento de las esculturas, que previamente se habían retirado del retablo. Limpieza de polvo, eliminación de repintes y barnices oxidados, sellado y enchuletado de grietas, reintegración de las pérdidas de materia y reintegración de color fueron, en líneas generales, las operaciones efectuadas.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
Adjudicatario/s
Isabel Dugo Cobacho (proyecto)
Juan Carrasco (restauración)
Dirección y ejecución
Juan Carrasco
Periodo de ejecución
-
Inversión
136.646,75 euros
Financia
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
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