Retablo del Corpus Christi de la Iglesia de Santa María Magdalena. Jaén

Información general

Tipología
Retablo
Provincia
Jaén
Municipio
Jaén
Autoría

Atribuido a Jacobo Florentino

Cronología
Primera mitad del siglo XVI
Dimensiones
2,25 x 3,00 x 0,28 m
Material
Nogal
Observaciones

La información sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución

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Datos históricos

Encargado por la Cofradía del Corpus Christi a principios del siglo XVI, este retablo fue concebido como marco del grupo escultórico del Calvario: en el centro, la escultura de bulto redondo del Crucificado y, a los lados, en altorrelieve, la Virgen, la Magdalena y San Juan, a la izquierda, y grupos de judíos y soldados, a la derecha. En su origen contaba con un fondo paisajístico en bajorrelieve, que representaba las murallas de Jerusalén, realizado en yeso policromado.

Tras los estudios efectuados, se ha podido comprobar que el retablo ha sufrido cambios de ubicación que han tenido como consecuencia diversas mutilaciones y modificaciones en su aspecto.

Inicialmente se ubicaba en el muro lateral de la nave izquierda de la iglesia de la Magdalena, al otro lado del cual se encuentra el patio de abluciones de una primitiva mezquita. En el año 1929, con motivo de la Exposición Iberoamericana, el retablo fue trasladado a Sevilla para formar parte del Pabellón de Jaén. En una fotografía de 1950 se observa que volvió a su ubicación original después de la Exposición, aunque el fondo paisajístico fue sustituido por unos paneles de madera y otros elementos, como las potencias del Cristo, la base que soportaba el retablo y el cartel del I.N.R.I., desaparecieron.

Posteriormente el retablo fue trasladado al lateral izquierdo del altar mayor y el fondo de madera fue sustituido por otro de papel con una decoración adamascada, no respetándose ni la altura original ni el entorno arquitectónico.

En 1966, tras formar parte de la exposición denominada "Recursos turísticos de la provincia de Jaén" y debido a que comenzaban obras de restauracion en la iglesia, pasó, en calidad de depósito, al Museo Diocesano de la Catedral, permaneciendo allí hasta 1988, en que de nuevo es trasladado a la iglesia de la Magdalena y ubicado en el lateral izquierdo del altar mayor. Allí se encontraba, sobre el muro encalado, al comienzo de la restauración.

Esta obra tiene pocos paralelos en Andalucía. Se la ha comparado con el grupo del Santo Entierro del Museo de Bellas Artes de Granada, atribuido a Jacobo Florentino, y con otro similar existente en Andújar. Desde el punto de vista de su factura hay que destacar las variadas técnicas polícromas empleadas: dorado al agua, dorado al aceite (los cabellos), corlas en plata, estofados, brocados aplicados, etc.
 

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Estado previo

Las principales causas de deterioro del retablo eran la humedad ambiental y la procedente del muro, tanto por capilaridad como por filtraciones, los movimientos sufridos en sus numerosos traslados y las intervenciones desafortunadas, que condujeron a mutilaciones, caso de la eliminación del fondo paisajístico, o a numerosos repintes con purpurinas y barnices.

Del retablo únicamente se conserva el grupo escultórico. Éste presentaba grietas, deformaciones, desencolado de las tablas y ataques puntuales de insectos xilófagos. En la policromía se observaban exfoliaciones, levantamientos, oxidaciones, desgastes y arañazos. Una gruesa capa de color pardo correspondiente a un barniz pigmentado cubría toda la obra. Entre sus componentes, según análisis realizados por la Universidad Alfonso X el Sabio, se encontraban clara de huevo, aceite de linaza, resina de colofonia, almáciga, tierras ocres y brea. Sobre la superficie se advertía también una fina película de grasa, restos de humo de velas y depósitos orgánicos. La imagen del Crucificado había perdido cuatro dedos de la mano derecha y uno de la izquierda que, aunque reintegrados de forma aceptable, estaban mal pegados y fracturados.
 

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Descripción de la intervención

Para proceder a la restauración, el retablo se trasladó a un taller instalado en el Archivo Histórico Provincial, situado en la misma calle a pocos metros de la Iglesia.

En zonas puntuales de la policromía, el dorado y la madera fue necesario realizar un tratamiento de emergencia de consolidación y fijación. Seguidamente se procedió a la limpieza de las uniones abiertas entre los distintos tablones que componen el conjunto. Se desinsectó, se consolidó la madera y se rellenaron las grietas y desuniones con finas chuletas de madera curada y pasta de madera. Las zonas desencoladas se encolaron y diversos elementos metálicos se sustituyeron por espigas de madera curada y tratada.

Después de asentar y fijar la base de preparación y la policromía se procedió a eliminar la gruesa capa de barniz pigmentado y el resto de estratos ajenos a la superficie original. Se reintegraron solamente aquellas lagunas cuya existencia perjudicaba la visión del conjunto. Finalmente se dio una capa de protección con resina acrílica.

Los estudios realizados aconsejaban una nueva ubicación del retablo, ya que el lugar en donde se encontraba al inicio de la intervención presentaba humedades y la luz natural procedente de una ventana incidía directamente sobre el mismo, perjudicando su conservación. El lugar en donde estaba situado en origen había sido ya habilitado como entrada al patio de abluciones, por lo que se eligió uno nuevo a los pies de la iglesia. La pieza se instaló a 15 cm del muro, lo que facilita su ventilación, y a 130 cm del suelo, recuperando la altura original.

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Ficha técnica y planimetría

Entidad/es promotora/s
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
Adjudicatario/s
M.ª Paz Barbero
Dirección y ejecución
M.ª Paz Barbero
Periodo de ejecución
-
Inversión
15.926,82 euros
Financia
Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura
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Fotografías

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