Información general
Incluido en el Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía.
La información que se ofrece sobre esta intervención está extraída de los informes de ejecución de los trabajos.
CAMPOS CARRASCO, J. M.; GÓMEZ TOSCANO, F.; y PÉREZ MACÍAS, J. A. (2006), Ilipla – Niebla: evolución urbana y ocupación del Territorio, Universidad de Huelva.
CAMPOS CARRASCO, J. M.; J. A. PÉREZ MACÍAS; GÓMEZ TOSCANO, F.; y LÓPEZ VICENTE, M. (2001), “Intervenciones arqueológicas para la redacción de un proyecto de puesta en valor en los restos de la Puerta de Sevilla y del Desembarco (Niebla, Huelva)”, Anuario Arqueológico de Andalucía, 1998, Vol. 2, pp. 135-145.
CARRIAZO RUBIO J. L. y CUENCA LÓPEZ, J. M (2004), Huelva, Tierra de Castillos, Diputación de Huelva.
FONDEVILLA APARICIO, J. J.; LÓPEZ VIERA, D.; RIVAS QUINTERO, C. A.; y RASTROJO LUNAR, J. (2008), Plan de Arquitectura Defensiva de la Provincia de Huelva. Claves Territoriales en la articulación de un Territorio de Frontera, Consejería de Cultura, Huelva.
GARCÍA SANJUÁN, A. (2003), Evolución histórica y poblamiento del territorio onubense durante la época andalusí (Siglos VIII – XIII), Universidad de Huelva.
LADERO QUESADA, M. A. (1992), Niebla, de reino a condado, Diputación de Huelva.
Datos históricos
El recinto amurallado de Niebla constituye uno de los ejemplos de arquitectura militar almohade mejor conservados de España. Presenta además la particularidad en determinadas zonas de superponer una muralla sobre otras anteriores. Aunque perduran restos romanos, el diseño que podemos ver hoy es una obra del siglo XIII. Presenta una estructura poligonal, adaptada al terreno. Circunda toda la ciudad y domina el río Tinto, que corre a sus pies.
Ocupa una superficie de 16 hectáreas y su perímetro mide unos 2 km de longitud, sobre el que se sitúan 41 torres de planta rectangular, salvo las dos de los ángulos del frente este, que son octogonales. Las torres son macizas, con relleno de tapial y esquinales de sillería.
Los paños del muro están realizados en tapial de tierra roja extraída de las orillas del río Tinto, con fragmentos de cerámicas, piedras y cantos; las juntas entre los cajones de tapial se sellaron con unas franjas de cal que aparentaban que la muralla se construyó con grandes bloques rectangulares.
La muralla cuenta con cinco puertas almohades originales, además de otras más pequeñas o poternas. Entre estas se encuentra la del Postigo del Agujero, con una estructura singular entre las puertas de acceso al recinto, pues se abre directamente en un paño con los flancos descubiertos. La puerta se compone de un arco de medio punto y se halla labrada en sillería.
Está situada en el tramo más septentrional, justo en el flanco de poniente del Castillo de los Guzmán. Parece ser que se conformó en su estado actual en época moderna para dotar de un acceso más directo a la puerta principal del castillo. La apertura del hueco se realizaría mediante la modificación del paño preexistente de la muralla árabe, edificada a su vez sobre una estructura precedente del recinto romano, probablemente una puerta entre dos torres, lo que explicaría su trazado en planta.
Estado previo
La principal patología que afectaba al recinto amurallado de Niebla era la erosión mecánica de sus paramentos de tapial, causada especialmente por la acción del viento y la lluvia, que fueron provocando alteraciones profundas, desagregaciones e importantes pérdidas de material. También se habían formado grandes oquedades que ponían en peligro la seguridad del entorno y la estabilidad de diversas zonas.
El estado de conservación del tramo de muralla en el que se integra el llamado "Postigo del Agujero" era desigual en sus caras exterior e interior. El paño extramuros, restaurado en los años 80, tras el proceso de demolición de las edificaciones adosadas, se encontraba en una situación aceptable, al conservar el careado de tapial que fue realizado en casi su totalidad. Su superficie tenía manchas de humedad debido, bien a absorción de las fábricas, o bien a escorrentías del agua de lluvia desde el adarve.
El paño interior presentaba, por el contrario, un mayor grado de deterioro por las importantes pérdidas de material existentes en las fábricas de tapial y argamasa que componen los paramentos. Esto había provocado la degradación profunda de algunas zonas en contacto con el suelo y en los encuentros entre paños, donde se localizaban profundas cárcavas que precisaban de una intervención urgente de consolidación para evitar la caída y pérdida del material disgregado.
La existencia de abundante vegetación en la zona de coronación de la muralla había dado lugar a la aparición de numerosas grietas y, con ello, la entrada de agua de lluvia al interior de las fábricas, causa de la aparición de cárcavas en algunas zonas.
El paramento norte de cierre del castillo de los Guzmanes mostraba un estado similar en sus caras exterior e interior. Sus fábricas exteriores presentaban una degradación superficial generalizada, con mayor intensidad en las zonas superiores, donde se habían producido importantes pérdidas de masa con desprendimiento de material, debidas en gran parte a la numerosa colonia de palomas que anidaban en los paramentos. Existían también grandes manchas de humedad provocadas por la escorrentía del agua de lluvia desde el adarve y numerosa vegetación de diverso porte enraizada en zonas de la coronación de los muros.
Descripción de la intervención
El muro de tapial que conforma la muralla de Niebla se consolidó en el ámbito del Postigo del Agujero, así como en el remate de coronación del lienzo norte del castillo de los Guzmán. Se adecuó el contenido de las soluciones constructivas y la intensidad de la intervención al estado de conservación de la muralla.
En el área en la que se actuó se distinguen tres zonas: el frente extramuros, el intramuros y el propio postigo. Los trabajos en el paño exterior fueron de poca intensidad, superficiales y de carácter preventivo.
En el paño intramuros fue necesaria una intervención de mayor calado, básicamente se hizo la restauración del tapial a una cara.
En general el problema clave fue resolver la adherencia entre la fábrica de tapial histórica y la dispuesta en la restauración.
Una vez resanada la base se realizó una pared de nuevo tapial a una cara que afecta a la mayor parte del paño intramuros. Se salvó una zona que aún conserva su planicidad como testigo de la fábrica histórica.
Finalmente se llevó a cabo una solera de hormigón de cal hidráulica para rematar el adarve y garantizar la estanqueidad de la cabeza del muro de tapia.
El otro área de actuación fue la puerta; se limpió su estructura de piedra, se resanaron sus juntas y puntualmente se repuso algunos mampuestos que faltaban.
Ficha técnica y planimetría
Fotografías
