Un recorrido por los hoteles de la Exposición Ibero-Americana de 1929

Un recorrido por los hoteles de la Exposición Ibero-Americana de 1929Código de referencia: ES.41003. AHPS/1.1.3.7.1.1.1
Título: Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo de Sevilla
Fechas: 1939-1983
Nivel de descripción: Fondo
Volumen y soporte: 190 cajas + 2 libros + 150 fotografías
Productor: Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo de Sevilla
Reglas o convenciones: ISAD (G), NEDA

Es de todos conocido que Sevilla representa un destino turístico de primer orden, ocupando uno de los primeros lugares a nivel nacional tanto en número de viajeros como en plazas hoteleras ofertadas.

A fines del siglo XIX, el espacio turístico de la ciudad y su red de alojamientos se limitaban al conjunto histórico y sus proximidades. Por entonces había en Sevilla un cierto desarrollo en la hostelería, con “35 mesones, 9 fondas sin hospedaje, 4 fondas que dan posada y de comer y 56 casas de pupilos (casas de huéspedes)”(1). Ya se contaba con la fonda de Madrid, la más antigua y prestigiosa con 200 habitaciones y salas de baños; así como con la fonda de Londres (1857) -posteriormente llamada Hotel Inglaterra-, el más antiguo de la ciudad, construido sobre el solar del antiguo convento de San Francisco ubicado en la antigua Plaza de San Fernando (actual Plaza Nueva).

A principios del siglo XX, junto a éstos “hoteles” (se denominan así a partir de entonces) irán apareciendo otros, como el hotel Cecil, Oriente o el Simón (1910). Este auge hotelero fue propiciado por una mayor afluencia tanto de visitantes foráneos, como de la burguesía sevillana que durante el verano tenía costumbre de alojarse un tiempo en hoteles de la misma ciudad para disfrutar de sus instalaciones y comodidades. No obstante, habrá que esperar hasta la Exposición Ibero-Americana de 1929 (PDF 2.6 MB) que este año cumplirá 90 años, para que la ciudad experimente una ampliación del espacio turístico y una renovación de la oferta hotelera sin precedentes.

Este certamen internacional fue inaugurado en Sevilla el 9 de mayo de 1929 por el monarca Alfonso XIII y representó el hermanamiento entre nuestro país, Hispanoamérica, Estados Unidos, Portugal y Brasil. Inicialmente prevista para quince años antes, fue impulsada por el empresario y comandante de Artillería Luis Rodríguez Caso. Ante el turismo de masas que traería consigo el certamen, fue preciso contar con unas infraestructuras necesarias en la ciudad. El espacio turístico se hace más expansivo hacia el sur y el eje Puerta de Jerez, calle San Fernando y Prado de San Sebastián adquiere una gran importancia como bisagra entre el casco histórico con la nueva ampliación de la ciudad.

En cuanto al sector hotelero, la Exposición supuso una renovación sin precedentes: a los anteriores, se crearon nuevos hoteles en grandes manzanas urbanas gracias a las subvenciones otorgadas por el Ayuntamiento, unos cuatro millones de pesetas que se justificaban tanto por las propias necesidades del mismo como por la carestía de alojamientos sufrida por entonces en la ciudad. Algunos estarían destinados a convertirse en viviendas una vez clausurado el certamen. Dicha financiación municipal también se invirtió para la reforma de otros hoteles y la construcción de núcleos residenciales en Ciudad Jardín y en Heliópolis (“Casas de la ciudad Jardín” y “Hotelitos del Guadalquivir”), que ya contaban con financiación estatal. También el Ayuntamiento cedió o vendió a bajo precio terrenos municipales para la creación de nuevos hoteles, como en el caso del Hotel Cristina y el América Palace.

Pese a las expectativas, finalmente la Exposición Ibero-Americana de 1929 supuso un éxito muy limitado en cuanto a la afluencia de viajeros, pese a registrarse al finalizar el certamen un total de 160.000 viajeros extranjeros durante su celebración, hasta el 21 de junio de 1930; lo que se explica en parte por la coincidencia con el comienzo de la gran crisis económica mundial. Lo cierto es que generó bastantes deudas en las administraciones públicas y quiebras empresariales en los años siguientes.

En el Archivo Histórico Provincial de Sevilla se conserva la serie documental Expedientes de clasificación de establecimientos hoteleros, restaurantes y cafeterías, del Fondo de la Delegación Provincial del Ministerio de Información y Turismo de Sevilla, que contienen documentos en relación con la asignación de las categorías hoteleras, precios, fotografías, planos, etc., de entre los que destacamos los más representativos de la Exposición Ibero-Americana de 1929:

Hotel Alfonso XIII (PDF 3.18 MB): es el hotel más característico de la Exposición y un referente arquitectónico y urbano de Sevilla. Originalmente denominado Gran Hotel Alfonso XIII, fue a instancias de dicho monarca cómo nació la necesidad de dotar a Sevilla de un “Gran Hotel” para atraer al turismo de lujo a la ciudad y ofrecer alojamiento a las personalidades invitadas a la Exposición Iberoamericana de 1929. Se construyó sobre los antiguos Jardines del niño mimado o Jardines de Eslava (por Hilarión Eslava, compositor y musicólogo del siglo XIX), terrenos privilegiados de propiedad municipal cedidos para tal fin, en los que se asentaba el teatro-circo Eslava, derribado en 1916. Obra de José Espiau Muñoz, fue inaugurado el 28 abril de 1928 con un banquete de gala presidido por el monarca al que debe su nombre y su esposa, la reina Victoria Eugenia.De arquitectura mudéjar, se caracteriza por sus grandes arcos, ladrillo visto, hierro forjado y remates de cerámica. En 1930 pasa a denominarse Andalucía Palace (PDF 1.68 MB), nombre más acorde con la República.

Hotel Majéstic (PDF 3.23 MB): fue inaugurado en el año 1929 con el nombre de “Majéstic” -tras la Guerra Civil pasará a denominarse Hotel Colón- y es obra del arquitecto José Miguel de la Quadra Salcedo, marqués de Castilleja. Ubicado en la calle Canalejas número 1, ocupa el solar del claustro del antiguo convento dominico de San Pablo, detrás de la Iglesia de la Magdalena. Este hotel de lujo fue el más semejante en cuanto calidad al Hotel Alfonso XIII y el primero en disponer de cuarto de baño propio en cada habitación en Andalucía, así como de calefacción y ascensor. Tradicionalmente en sus habitaciones se han alojado los grandes toreros y también grandes celebridades como el escritor Ernest Hemingway o las actrices Ava Gardner y Catherine Deneuve. Tras varias obras de reforma ha llegado hasta nuestro días con el nombre de Hotel Gran Meliá Colón, está catalogado como monumento y conserva tanto su fachada original, de estilo neoclásico, como la escalera principal.

Hotel Cristina (PDF 6.30 MB): obra del arquitecto López de Otero, fue inaugurado en marzo de 1929 y era un edificio realmente único en su estilo, ya que supuso una fusión entre el arte neocolonial y el Art Decó. Fue derribado (PDF 3.62 MB) parcialmente tras su cierre en la década de los 70 y se levantó una réplica semejante al original a principios de 1980, adquiriendo un uso como edificio de viviendas y locales comerciales en los bajos. Se ha conservado un aspecto exterior parecido al edificio original: las galerías porticadas de los bajos comerciales, la decoración neobarroca y la bicromía, sin embargo difiere del edificio actual, por ejemplo, en la distribución de las ventanas y en algunos elementos decorativos.

Hotel Cecil-Oriente (PDF 5.14 MB): este hotel surge de la fusión en 1933 del Cecil y del Gran Hotel Oriente, hoteles muy próximos que compartían la misma fachada. Su nueva ubicación sería el número 8 de la Plaza de San Fernando -actual Plaza nueva-, hasta que en 1970 se derribó y sus propietarios se trasladaron a la calle Reyes Católicos, donde se construyó el Hotel Bécquer que hoy conocemos. En la actualidad el solar de la Plaza nueva es ocupado por un nuevo edificio sede administrativa de la Junta de Andalucía.

El noviembre de 1959 en el Hotel Cecil-Oriente ocurrió un trágico suceso: hubo un atraco en la recepción y un policía resultó muerto. Los atracadores fueron detenidos y, tras la celebración del juicio, fueron condenados a pena de muerte el 27 de enero de 1960, siendo ejecutados pocos días después.

Bibliografía

Para saber más

(1) Extraído de: Villar Lama, A.; Fernández Tabales, A. (2017). Reconstruir la historia del turismo a través de la prensa: la... Cuadernos Geográficos 56 (1), 290-321.

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