Tartessos. Delta del antiguo Betis Flumen, Río Guadalquivir

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Código de referencia: AGA, Fondo Jorge Bonsor, Leg. 2 p. 4
Título: Tartessos. Delta del antiguo Betis flumen, río Guadalquivir
Autor: Jorge Bonsor
Fecha: 1920
Características físicas:Papel vegetal,390 x 520 mms. Tinta negra, coloreado en azul.E: 1:200.000

Jorge Bonsor

En 1880, una vez terminados sus estudios de Bellas Artes, George Bonsor Saint-Martin (Lille, 1855, Mairena del Alcor, 1930) realiza un viaje a España, con breve escala en Carmona, en los inicios de su carrera como pintor. Poco podía imaginar que, cautivado por el inmenso patrimonio arqueológico de la zona, dedicaría el resto de su vida a la investigación y divulgación de las culturas protohistóricas de Andalucía Occidental.

De hecho, sus trabajos en la comarca de Los Alcores (Carmona, El Viso del Alcor, Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra, destacando la excavación de la Necrópolis romana de Carmona y los monumentos funerarios del Gandul), lo hacen merecedor de ser considerado uno de los arqueólogos “españoles” más importantes de finales del S.XIX y principios del S.XX, y uno de los pioneros en la utilización del método científico, salvando las distancias, en la investigación arqueológica.

Sus trabajos se extendieron a gran parte de Andalucía Occidental (Setefilla, valle del Guadalquivir, Bolonia o el Coto de Doñana), llegando su actividad incluso hasta las Islas Scilly (Inglaterra) en busca de presencia fenicia en las mismas.

La mayor parte de esta ingente actividad está recogida en el fondo documental y bibliográfico del arqueólogo anglofrancés que se conserva en el Archivo General de Andalucía: diarios de excavaciones, correspondencia, mapas, dibujos, fotografías etc.

Tartessos

La ubicación de Tartessos había sido ampliamente debatida ya desde el siglo XVI aunque siempre desde un punto de vista que no excede de la pura erudición. A partir de finales del XIX, el desarrollo de modernas técnicas de investigación arqueológica, dará lugar a importantes avances en el desciframiento de la cuestión tartésica.

Jorge Bonsor debe ser considerado un pionero y un eslabón vital en la investigación sobre esta materia aunque su figura y sus trabajos fueran eclipsados por Adolf Schulten cuyo nombre ha quedado unido al del Tartessos.

Jorge Bonsor ya había avanzado, a fines del XIX, la posible ubicación de Tartessos partiendo de la descripción de Estrabón cuando faltaban años para que Schulten iniciara sus estudios en la materia.

Ya en 1910 planean juntos la exploración de Doñana en busca de la Tarshish de las Escrituras, aunque se frustra por la dedicación intensa del arqueólogo anglofrancés a las excavaciones que estaba llevando a cabo en El Gandul y, como afirma en carta a su amigo Archer Hungtinton, por no trabajar “para el rey de Prusia”, en referencia al Kaiser Guillermo II que financiaba al arqueólogo alemán.

En 1920 Jorge Bonsor retomará a fondo la investigación sobre la posible ubicación de la legendaria ciudad con un método científico: a través de las fuentes escritas -en este caso la Ora Marítima de Avieno- y de los resultados de sus investigaciones en el Valle del Guadalquivir, estableciendo una hipótesis de trabajo que quiere confirmar a través de las excavaciones arqueológicas en la desembocadura del Guadalquivir.

Realizará tres exploraciones en la zona, la primera en el verano de 1920, una segunda en agosto de 1921 -ya con permiso para realizar excavaciones-, y una tercera en los años 1923, 1924 y 1925, centrada en el yacimiento romano del Cerro del Trigo y llevada a cabo en “colaboración” con Adolf Schulten.

Ninguna de ellas permitió certificar las conclusiones que tanto uno como otro hubiesen deseado: el hallazgo de la ciudad de Tartessos.

“Delta del antiguo Tartessos”

Este mapa fue realizado por Bonsor en 1920 con ocasión de un primer viaje de reconocimiento que hizo a la zona aunque, por carecer de autorización de los propietarios de Doñana, no pudo hacer ningún tipo de excavación.

Jorge Bonsor sitúa en el mapa, siguiendo el texto de Avieno, los distintos ramales del Guadalquivir y una serie de poblaciones a las que llegaban sendos estuarios del río y cuya existencia han confirmado investigaciones posteriores: Ugía (hoy castillo de Alocaz), Nabrissa (Lebrija), Asta Regia (Mesas de Asta) o Ebura (cortijo de Ebora en Sanlúcar de Barrameda).

Ya en Doñana -tras un estudio de la línea de costa y de la distribución de las dunas a la altura de Torre de la Higuera- aventura una “Boca antigua del Tartessos” por un punto llamado “La Entrevista” que enlazaría a través de las lagunas de Santa Olalla, La Dulce y El Sopetón con el cauce principal del río y que permitiría incluso la navegación aguas arriba del Guadalquivir.

El territorio que queda entre este ramal del río y la costa es el que Jorge Bonsor señala en el mapa como “Isla de Gadir-Tartessos”, en consonancia con la tesis de su amigo el académico Antonio Blázquez, y cercana a la hipótesis manejada por Adolf Schulten. La ciudad estaría situada, según su teoría, entre la laguna del Sopetón y la duna de El Carrinchal.

En una segunda exploración corrigió algo la ubicación de la ciudad situándola entre Matalascañas y Torre Carbonera.

El mapa apareció publicado en “Tartessos” edición de 1921 de la Real Academia de la Historia y este trabajo tuvo una versión, con algunas variaciones, en francés a cargo de la Hispanic Society of America en 1922 aunque en este caso sin el mapa en cuestión.

Lecturas sugeridas:

MAIER, JORGE: Jorge Bonsor (1855-1930). Madrid, Real Academia de la Historia, 1999
BONSOR, JORGE: Tartessos. Madrid, Boletín de la Real Academia de la Historia, LXXXI, 1921
BONSOR, JORGE: El Coto de Doña Ana (una visita arqueológica). Madrid: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1922, ( ed. Facsímile en Huelva, Diputación provincial, 1990
SCHULTEN, ADOLF: Tartessos. Madrid, Espasa-Calpe, 1984

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