Estrategia de control de cebos envenenados

Hace 20 años la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía puso en marcha la Estrategia Andaluza contra el Veneno (EAV), un programa pionero en Europa centrado en materializar acciones muy concretas para erradicar el uso de cebos envenenados que tan devastadores efectos venía ocasionando en la población de especies amenazadas.

Las acciones forman parte del conjunto de medidas que la Consejería competente en materia de medio ambiente viene ejecutando desde hace dos décadas para la conservación y recuperación de especies de fauna catalogada, principalmente aquellas que se alimentan exclusiva u ocasionalmente de carroña. La EAV pretende atajar tanto el uso de cebos envenenados (principal causa de mortalidad) como el empleo de trampas ilegales tipo cepos, lazos, jaulas trampas e incluso disparos. Esta última tipología de delito se está detectando con mayor intensidad de un tiempo a esta parte.

Principales líneas de trabajo que desarrolla la EAV para hacer frente al uso de venenos y otras amenazas a la fauna:

  • Detección y retirada del campo de posibles cebos y cadáveres envenenados
  • Investigación policial forense
  • Peritación y asistencia jurídica
  • Formación especializada a agentes de la autoridad
  • Prevención y divulgación
  • Inspecciones con perros adiestrados
  • Apoyo técnico a Delegaciones Territoriales  de la Consejería y al SEPRONA.

La información y divulgación para luchar contra el uso del venenoGracias a este gran esfuerzo se ha logrado reducir el uso del veneno en Andalucía más de un 80%, constituyendo tal vez uno de los mayores éxitos en conservación en toda Europa.  

Para el desarrollo de los trabajos de la EAV se establecen ocho unidades de gestión, de las ocho provincias andaluzas. En cada una de ellas se coordinan las actuaciones de lucha contra el veneno entre los técnicos y auxiliares de biodiversidad de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, M.P.
           
Dadas las características del proyecto, con amplias repercusiones de carácter judicial y administrativas, las actuaciones llevadas a cabo por el equipo técnico de la EAV se coordinan con el personal de la Consejería y Parques Naturales (Técnicos de Geodiversidad y Biodiversidad, Técnicos de Informes y Sanciones, Agentes de Medio Ambiente y otros).
           
Es necesario trabajar con un elenco de medidas innovadoras dirigidas a diferentes agentes implicados, entre ellos, Guardia Civil, Ministerio Fiscal, Federación Andaluza de Caza, asociaciones de ganaderos, ONGs, etc. En este sentido son de destacar las medidas preventivas y de persecución del delito que se exponen a continuación.

La experiencia acumulada en Andalucía ha puesto de manifiesto que la mejor forma de luchar contra el veneno es la que evita que este se coloque en el campo, por lo que las medidas de prevención han sido el eje fundamental  durante estos años. Para ello la EAV cuenta con uno de los mejores recursos, las Unidades Caninas Especializadas (UCE). A finales de 2004 la primera UCE del continente europeo estaba lista para actuar. El resultado final tras 20 años es un marchamo propio, un bagaje pionero en Europa y una experiencia a disposición de todos los territorios nacionales e internacionales con problemática similar. Durante todo este tiempo y gracias a su operatividad durante los 365 días del año, los técnicos especializados de la EAV han realizado cerca de 5.000 inspecciones con perros en cotos de caza y explotaciones ganaderas. Estas inspecciones se realizan junto a agentes de la autoridad.

Una de las principales apuestas de la EAV fue la especialización de un número determinado de Agentes de la autoridad ambiental. Gracias a la formación especializada impartida por técnicos de la EAV se crearon las primeras Brigadas de Investigación de Veneno (BIVE). A fecha de hoy son unos 100 agentes los que integran estas unidades repartidas por las ocho provincias andaluzas y que trabajan en coordinación con los técnicos especializados de la EAV. Gracias a estos equipos de trabajo se ha conseguido que se concentren los esfuerzos de lucha contra el veneno a escala local y a lo largo del tiempo, destacando el trabajo realizado en prevención y vigilancia en zonas definidas del Plan Alimoche en Málaga y Cádiz y del Plan Quebrantahuesos en Jaén y Granada.

Para formar a los técnicos, BIVE y SEPRONA, la EAV se dotó del profesorado con mayor experiencia en Europa y organizó “cursos de formación en investigación policial y forense”. Fruto de la experiencia se publicó el manual de referencia: el “Manual de Protección de la Biodiversidad para los agentes de la autoridad ambiental en Andalucía”. A fecha de hoy, 4.550 personas de 73 países distintos se han formado mediante estos programas enmarcados en la EAV.

Del mismo modo la EAV ha impartido cursos a jueces, magistrados y fiscales, desconocedores por lo general del problema de los cebos envenenados, con la finalidad de evitar que la mayoría de las sentencias lleguen a ser absolutorias. Todo la formación ha favorecido que los jueces dicten dos sentencias condenatorias por envenenamiento de quebrantahuesos, una de ellas basadas en indicios por ADN (la segunda por ADN en Andalucía), algo pionero en España e impensable hace tan solo unos años.

El ámbito de actuación de la EAV es la Comunidad Autónoma de Andalucía, tanto dentro como fuera de los Espacios Naturales Protegidos. No obstante, bajo circunstancias extraordinarias las actuaciones de la EAV pueden trascender los límites territoriales de Andalucía, en el ámbito nacional e internacional, dentro de la UE, especialmente en el marco de programas LIFE e INTERREG. En este sentido, los técnicos de la EAV han participado en formaciones especializadas en Sudáfrica, Grecia, Marruecos y un largo etc.

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