Plan de recuperación y conservación de aves necrófagas

El Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas incluye a tres especies “En peligro”: quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), alimoche común (Neophron percnopterus) y milano real (Milvus milvus) y una especie “Vulnerable”: buitre negro (Aegypius monachus), según el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.

Es el elemento orientador de los trabajos para alcanzar o mantener un adecuado estado de la conservación de las especies objeto del mismo, y para ello establece la finalidad y objetivos, el ámbito de aplicación y las medidas de conservación. El objetivo ges alcanzar una población y un estado de conservación tal que permita disminuir la categoría de amenaza que actualmente ostentan

Las líneas de trabajo que desarrolla el Plan son:

  1. Catalogación: establece criterios que permiten determinar en qué momento las especies del Plan pueden ser catalogadas en categorías de amenaza inferiores a las que actualmente ostentan.
  2. Gestión del hábitat: medidas destinadas a mejorar el hábitat de las especies objeto del Plan.
  3. Reducción de la mortalidad no natural:  continuidad a los trabajos para reducir los envenenamientos y los accidentes con aerogeneradores y tendidos eléctricos.
  4. Incremento del éxito reproductor: medidas para mejora de las condiciones de las áreas de nidificación, la continuidad del programa de Cría en Cautividad y Reintroducción del quebrantahuesos y la puesta en marcha de un programa de reforzamiento poblacional para el alimoche y milano real.
  5. Seguimiento: monitorización del estado de las especies que son objeto del Plan, así como de la incidencia de los diferentes factores de amenaza.
  6. Investigación: estudios científicos de cara a mejorar el estado de las especies del Plan mediante convenios con entidades dedicadas a la conservación de las aves necrófagas.
  7. Divulgación y comunicación: acercar las líneas de acción del Plan a los sectores de la sociedad que están más implicados con el mismo.
  8. Educación y sensibilización: conseguir que la sociedad reconozca la importancia de las aves necrófagas y la necesidad de conservarlas.
  9. Participación social: promueven la participación e implicación de los agentes sociales más relacionados con el Plan.
  10. Cooperación y coordinación: colaboración y el acoplamiento con los otros programas nacionales e internacionales que incumben a la conservación de las especies objeto del Plan.

Las actuaciones del Plan se ejecutan a través de varios técnicos y auxiliares de campo de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía, M.P., que se distribuyen en función de la localización de las especies objeto de seguimiento. Dicho equipo está coordinado por un técnico de dicha Agencia, existiendo además un coordinador-técnico responsable de la implementación global del Plan. Todos ellos cuentan con una dilatada experiencia en conservación y seguimiento de fauna amenazada.

Técnico en bajada para supervisión nido alimocheEntre los trabajos de campo, se realiza el seguimiento de la reproducción de las diferentes especies, la prospección de zonas potenciales de nidificación, el muestreo periódico de territorios históricos abandonados, así como el apoyo y seguimiento exhaustivo de los trabajos de reintroducción y reforzamiento poblacional.

De igual modo se realizan otros trabajos de chequeo y control directamente relacionados con la gestión del medio, que fundamentalmente consisten en la detección de amenazas en los territorios, aporte de alimentación suplementaria, el rescate de pollos y las labores de concienciación de los sectores directamente implicados en la conservación de la especie.
           
Uno de los factores de amenaza sobre el que se ha dedicado especial esfuerzo ha sido la lucha contra el veneno. Para intentar erradicar los casos de envenenamiento, en 2003 se puso en marcha la Estrategia para la Erradicación del Uso Ilegal de Cebos Envenenados. Este proyecto ha permitido reducir los casos de envenenamiento. Fruto del éxito de este proyecto ha sido la recuperación de la población de buitre negro, lo que he permitido la reducción de su categoría de amenaza de “En peligro” a “Vulnerable”. A pesar de ello, aún existen puntos en los que el uso de veneno se ha convertido en una práctica recurrente, lo que ha hecho necesaria la creación de la Unidad Forense de Apoyo (UFOA) que consta de un equipo humano altamente coordinado, con gran experiencia y capacitación técnica y eficacia. Este equipo de trabajo se destinará a aquellos casos que requieran una especial dedicación a consecuencia de su complejidad y gravedad.
       
La particularidad de las especies con las que se trabaja desde el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas, obliga a tratar algunos aspectos de forma específica.

  • Quebrantahuesos: a lo largo del siglo XX la población andaluza de quebrantahuesos fue disminuyendo hasta alcanzar la extinción en el año 1986. Se pusieron en marcha entonces los trabajos necesarios, estudios de viabilidad del hábitat y cría en cautividad fundamentalmente, que permitieran la reintroducción de la especie. En el año 2006 se procedió a la liberación de los primeros ejemplares y, en la actualidad, se sigue realizando en los Parques Naturales de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas y Sierra de Castril.
Técnico AMAYA con quebrantahuesos
Quebrantahuesos
  • Alimoche: la causa de mortalidad más importante para el alimoche en Andalucía es el envenenamiento de ejemplares que ha causado la desaparición de territorios en toda la región. La segunda causa identificada, que afecta al núcleo gaditano, el más importante desde el punto de vista demográfico, son las muertes producidas por colisión contra aerogeneradores.Entre las actuaciones que se han llevado a cabo conviene destacar la adecuación de algunos comederos de la RACAC (Red Andaluza de Comederos de Aves Carroñeras) a los requerimientos de esta especie. Como consecuencia se ha conseguido la formación, desde 2007, del primer dormidero de alimoches en Andalucía, fundamental para la supervivencia de los ejemplares inmaduros y la posterior recolonización de territorios de reproducción.
Técnico AMAYA con alimoche
Ejemplar de alimoche anillado
  • Milano real: La población reproductora andaluza actual está asociada fundamentalmente al Espacio Natural Protegido de Doñana, sin embargo, la especie estuvo presente recientemente en Sierra Morena de Huelva y Sevilla, norte de Córdoba, Jaén y norte de Granada. Las causas de mortalidad más importantes para el milano real en Andalucía es, al igual que para el alimoche, son la ingestión de cebos envenenados y las colisiones con aerogeneradores. Además es una especie con alta sensibilidad a las electrocuciones, colisiones con líneas eléctricas, depredación y atropellos como factores más relevantes, lo que explicaría el rápido descenso del número de parejas. Es conveniente considerar también la importancia de Andalucía como área de invernada de la especie, al acoger muchas aves de las poblaciones del centro y norte de Europa. La población invernante de milano real en Andalucía se ha estimado en unos 2500 ejemplares repartidos en unos 30 dormideros distribuidos por todas las provincias de Andalucía occidental.
  • Buitre negro: en Andalucía, el buitre negro nidifica en Sierra Morena, en las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva, siendo en esta última donde se encuentra la población con mayor número de parejas.

Entre los trabajos más destacables realizado por el equipo de necrófagas está la vigilancia, seguimiento de la reproducción y el marcaje de pollos, así como el radiomarcaje en todos los casos que es posible. Para el caso del quebrantahuesos y alimoche es necesario contar con el equipo de escalada para acceder a los cortados rocosos de difícil acceso sobre los que nidifican.

El marcaje favorece el control de los ejemplares, pero el desarrollo tecnológico reportado por emisores GPS supone un avance importante para el seguimiento y localización, incluso durante los desplazamientos migratorios o dispersivos, así como la detección de accidentes o mortandades. Esto contribuye de manera muy eficaz a la identificación de las causas y lugares en los que se producen, lo que permite que se puedan aplicar medidas de gestión destinadas a minimizar estos impactos.

El ámbito territorial abarca la totalidad del área de distribución de las especies objeto de Plan en Andalucía, así como aquellas zonas potenciales que sean consideradas necesarias para cumplir con los objetivos que se establecen por el Plan de Recuperación. El ámbito está constituido por los territorios ocupados, las zonas de dispersión de la especie y las áreas de colonización potencial. La mayoría de estas zonas quedan englobadas dentro de la RENPA o Red Natura 2000.

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