Iniciativas Europeas: Lanzada la Estrategia de la UE para la Protección del Suelo para 2030

Partiendo de la Estrategia de la UE sobre biodiversidad de aquí a 2030 y la estrategia de adaptación al cambio climático de la UE y con el objetivo de lograr una buena salud del suelo de aquí a 2050 se ha formulado esta nueva estrategia, que establece un marco con medidas concretas encaminadas a la protección, la rehabilitación y el uso sostenible de los suelos, proponiendo un conjunto de medidas voluntarias y otras jurídicamente vinculantes. Entre los objetivos a medio plazo de aquí a 2030 y a largo plazo de aquí a 2050 la estrategia pretende lograr el mismo nivel de protección del suelo que los que tienen el agua y el aire en la UE. 

El 17 de noviembre pasado junto con otras dos iniciativas relativas respectivamente a la regulación sobre productos libres de deforestación y degradación y el Reglamento revisado sobre traslados de residuos, la Comisión adoptó una nueva Estrategia de la UE para la protección del suelo para 2030.

De forma complementaria y con el objetivo de abordar entre otros los efectos transfronterizos de la degradación del suelo y poder alcanzar los objetivos en materia de cambio climático, biodiversidad, seguridad alimentaria y protección del agua, la Comisión ha lanzado una propuesta legislativa específica sobre la salud del suelo de aquí a 2023.

La Estrategia para la protección del suelo para 2030 parte del reconocimiento de que la UE no ha sido capaz, de momento, de dotarse de un marco jurídico adecuado que garantice el mismo nivel de protección para el suelo que para el agua, el medio marino y el aire, al mismo tiempo que se necesitan más que nunca unos suelos sanos. De hecho, se afirma que muchos expertos consideran la falta de legislación específica de la UE como una de las principales causas del alarmante estado de sus suelos.

Con miras a disponer de unos suelos sanos, la mayor reserva de carbono terrestre del planeta, y de las ventajas que ello conlleva la Comisión Europeapropone esta nueva estrategia que establezca unmarco y medidas concretas para proteger, restaurar y usar de forma sostenible los suelos, y que movilice el compromiso social y los recursos financieros, los conocimientos compartidos, las prácticas sostenibles y la supervisión, necesarios para alcanzar los objetivos comunes. Para ello se propone una combinación de nuevas medidas voluntarias y jurídicamente vinculantes, con pleno respeto de la subsidiariedad.

Se proponen dos tipos de objetivos: a medio plazo de aquí a 2030 y a largo plazo de aquí a 2050. Entre los objetivos a medio plazo figuran la lucha contra la desertificación, la recuperación de grandes superficies de ecosistemas degradados y ricos en carbono, realizar progresos significativos en la rehabilitación de terrenos contaminados o reducir las pérdidas de nutrientes en un 50% como mínimo.

En cuanto a los objetivos a largo plazo, entre otros se persigue alcanzar la ocupación cero del suelo o la reducción de la contaminación del suelo a unos niveles no perjudiciales para la salud y para los ecosistemas naturales.

En el documento se muestra una serie de medidas en torno a los grandes retos climáticos y problemas medioambientales: mitigación de los efectos del cambio climático, suelos excavados, nutrientes, degradación del suelo y de la tierra, principios para una gestión sostenible de los suelos, lucha contra la desertificación, lucha contra la contaminación, restauración de los suelos degradados y rehabilitación de los terrenos contaminados.

En relación a la mitigación de los efectos del cambio climático y de acuerdo con el paquete de medidas "Objetivo 55" se proponen medidas para suelos orgánicos y suelos minerales. Para suelos orgánicos se considerará la posibilidad de proponer objetivos jurídicamente vinculantes para limitar el drenaje de los humedales y suelos orgánicos y restablecer las turberas gestionadas y drenadas, contribuyendo a la evaluación de su estado en el contexto de la a Iniciativa Mundial sobre las Turberas organizada por la FAO y el PNUMA. Para suelos minerales, el pasado 15 de diciembre la Comisión Europea adoptó la Comunicación sobre "Ciclos de carbono sostenibles", en línea con la iniciativa Captura de carbono en tierras agrícolas (Carbon farming initiative), publicada el pasado mes de abril. Igualmente la UE se unirá a la iniciativa internacional "4 por 1 000" para aumentar el carbono del suelo en las tierras agrícolas.

Sobre el tema de los suelos excavados, como parte del desarrollo de la futura Ley sobre la salud del suelo, la Comisión evaluará la necesidad y el potencial de las disposiciones jurídicamente vinculantes para un "Pasaporte para el suelo excavado", aportando orientaciones para establecer dicho sistema apartir de las experiencias de los Estados miembros.

En lo concerniente a los nutrientes, en la evaluación de impacto de la Ley sobre la salud del suelo, la Comisión evaluará las medidas que puedan contribuir a lograr el objetivo de reducir las pérdidas de nutrientes en al menos un 50 % (que dará lugar a la reducción del uso de fertilizantes en al menos un 20 %), en particular la opción de que este objetivo sea jurídicamente vinculante. 

Se convertirá la gestión sostenible del suelo en la "nueva normalidad", estableciéndose una serie de principios que han de seguirse. A este respecto y, aunque existen documentos de referencia internacionales, el documento reconoce, no obstante, que "no existe una definición acordada a escala de la Unión para la gestión sostenible del suelo que sea concreta y completa para que tenga carácter ejecutivo". Para ello se evaluarán los requisitos para un uso sostenible del suelo y se preparará en consulta con los Estados miembros y las partes interesadas, un conjunto de prácticas de "gestión sostenible del suelo".

Para lograr una gestión sosteniblede los suelos es básico disponer de un mayor conocimiento de sus características (pH, densidad aparente, materia orgánica, equilibrio de los nutrientes, etc.), razón por la cual se va a proponer una iniciativa denominada "Examine su Suelo Gratis", un sistema gratuito para evaluar el suelo para aquellos usuarios de la tierra que lo deseen, sistema inspirado por el programa francés de muestreo de suelo BDAT, otra fuente de conocimiento fundamental para una gestión sostenible de los suelos la constituirán los laboratorios vivientes y las estructuras de referencia de la misión "Un pacto sobre el suelo para Europa" del programa Horizonte Europa. Se seguirá además promoviendo una gestión sostenible del suelo a escala mundial mediante el apoyo de la Comisióna la Alianza Mundial por el Suelo.

En lo concerniente a la lucha contra la desertificación entre otras medidas la Comisión establecerá una metodología e indicadores pertinentes a fin de evaluar el alcance de la desertificación y la degradación del suelo en el territoriode la UE, con una publicación cada cinco años.

En cuanto a la lucha contra la contaminación, algunas medidas son la revisión de la Directiva relativa al uso sostenible de los plaguicidas, el examen de la Directiva sobre los lodos de depuradora, la restricción de los microplásticos utilizados en el marco del Reglamento relativo al registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias químicas (REACH) o la adopción de criterios en materia de biodegradabilidad para determinados polímeros, como los agentes de recubrimiento y los plásticos de acolchado agrícolas en el marco del Reglamento de la UE sobre productos fertilizantes. 

De cara a la restauración de los suelos degradados y la rehabilitación de los terrenos contaminados, algunas medidas serán la evaluación de la viabilidad de introducir un certificado de la salud del suelo para las operaciones de transferencia de propiedad, el desarrollo de aquí a 2024 de una lista prioritaria de la UE de contaminantes que susciten una preocupación creciente o grave o la rehabilitación de aquellos terrenos que presenten un riesgo considerable para la salud humana y para el medio ambiente de aquí a 2050. 

Para la información y vigilancia del suelo se ha puesto en marcha recientemente el Observatorio del Suelode la UE (EUSO) , donde se desarrollará un conjunto de indicadores fiables de suelo así como un inventario de la biota del suelo a escala de la UE.

En cuanto a la financiación, la Comisión publicará una guía en 2022 con un resumen de las oportunidades de financiación de la UE disponibles para la protección, gestión sostenible y restauración de los suelos, una vez que se hayan definido claramente todas las prioridades y ámbitos de interés para el período 2021-2027. Asimismo fomentará las inversiones en proyectos que gestionen de forma sostenible y no causen daños significativos a los suelos en el marco del Reglamento de la UE sobre taxonomía y sus actos delegados. 

Finalmente se creará  un nuevo modelo de gobernanza basado en una "red de redes", denominado EU Coalition4HealthySoils (C4HS) (Coalición para los Suelos Sanos de la UE), mediante la ampliación del Grupo de Expertos sobre Protección del Suelo a las partes interesadas.

Hasta el 16 de marzo la propuesta legislativa específica sobre la salud del suelo de aquí a 2023 se encuentra en período de sugerencias (feedback period), estando prevista una consulta pública para el segundo trimestre del presente año. Se prevé la adopción del documento por parte de la Comisión Europea para el segundo trimestre de 2023.

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